El Gobierno alemán ha tomado la drástica medida de cerrar los consulados de Irán en su territorio, en un acto de represalia por la ejecución de Jamshid Sharmahd, un disidente germano-iraní que había sido condenado por terrorismo en un juicio considerado “controvertido”. La decisión fue anunciada por la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, quien subrayó que esta acción responde a la brutalidad del régimen iraní, que continúa operando con total impunidad.
Los consulados, que emplean a 32 funcionarios, perderán su derecho de residencia y deberán abandonar Alemania, salvo aquellos que tengan ciudadanía alemana. Sin embargo, la embajada iraní en Berlín permanecerá operativa, y será la única representación diplomática en el país. La ministra Baerbock ya había advertido a Teherán que la ejecución de Sharmahd tendría «graves consecuencias», y la actual respuesta supera las expectativas iniciales.
El Poder Judicial iraní anunció la ejecución de Sharmahd después de un juicio en el que se alegó su participación en atentados terroristas, específicamente vinculados al grupo Tondar, acusado de un ataque mortal en 2008 en Shiraz. Sin embargo, Alemania, los familiares de Sharmahd y organizaciones de derechos humanos han calificado el juicio de injusto, alegando que el acusado no tuvo la oportunidad de elegir a su abogado y que su paradero fue desconocido hasta el final del proceso. Se ha informado que las confesiones transmitidas por la televisión estatal podrían haberse obtenido bajo tortura.
Las relaciones entre Alemania e Irán, ya tensas, alcanzan un nuevo umbral crítico con este cierre diplomático. Tras la sentencia de muerte, el Ministerio de Exteriores alemán había expulsado a dos diplomáticos iraníes, a lo que Teherán respondió con la expulsión de diplomáticos alemanes. A pesar de este deterioro, la embajada alemana en Teherán se mantendrá abierta para atender a ciudadanos alemanes que se encuentren en situaciones similares.
Además, Baerbock ha expresado su intención de presionar a Bruselas para que la Guardia Revolucionaria Iraní sea incluida en la lista de grupos terroristas de la Unión Europea, siguiendo los pasos de Estados Unidos y Canadá. Desde la capital europea, se están discutiendo nuevas sanciones contra Irán, que podrían afectar a quienes estuvieron involucrados en la ejecución y el juicio de Sharmahd.
Esta decisión de cerrar consulados no es habitual, siendo la primera medida de este tipo desde que se clausuraron cuatro consulados rusos en respuesta a la invasión de Ucrania, lo que refleja la gravedad de la situación actual en las relaciones internacionales y el compromiso de Alemania con los derechos humanos. En Alemania, residen alrededor de 300,000 personas de origen iraní, lo que añade un contexto significativo a esta crisis diplomática.