El grupo rebelde M23 ha declarado este pasado lunes, 3 de febrero, un alto el fuego por motivos humanitarios en el este de la República Democrática del Congo (RDC) a partir de hoy 4 de febrero, una semana después de tomar la estratégica ciudad de Goma tras días de intensos combates con el Ejército congoleño.
Junto a las tropas de Ruanda, este grupo armado antigubernamental tomó la semana pasada la ciudad de Goma, la capital provincial de Kivu del Norte.
Aunque los combates han cesado en esta ciudad de más de un millón de habitantes, en los últimos días hubo enfrentamientos en la vecina provincia de Kivu del Sur.
Al menos 900 personas murieron por los combates entre el Ejército de la RDC y el M23 en Goma y sus alrededores, según informó este lunes la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
En un comunicado, el M23 ha anunciado «un alto el fuego» que debería entrar en vigor hoy martes «por razones humanitarias». El grupo ha señalado que no tiene intención de tomar el control de Bukavu, la capital de Kivu del Sur, u otras localidades aunque la semana pasada dijo que quería «continuar la marcha» hacia Kinshasa, la capital de la RDC.
Mientras, el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, y el de Ruanda, Paul Kagame, participará el sábado en Tanzania en una cumbre conjunta extraordinaria de la Comunidad de Estados de África Oriental (CAO) y la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) para intentar encontrar un acuerdo.
El este de la RDC es una región rica en recursos naturales como el oro, el tantalio y el estaño, que se utilizan para las baterías y los aparatos electrónicos.
El gobierno de República Democrática del Congo acusa a Ruanda de querer saquear estos recursos, pero Ruanda lo niega y afirma que para garantizar su seguridad quiere erradicar de la región a los grupos armados, en particular los que fueron creados por exfuncionarios hutus del genocidio tutsi en Ruanda en 1994.