Naciones Unidas ha lanzado un llamamiento para recaudar 6.000 millones de dólares (unos 3,75 billones de francos CFA o 5.730 millones de euros), con el objetivo de proporcionar asistencia humanitaria a Sudán y a los refugiados en la región, afectados por la guerra entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), iniciada en abril de 2023.
El jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher, describió la situación como “una emergencia humanitaria de proporciones impresionantes” y alertó sobre el aumento de la hambruna y la violencia, especialmente contra mujeres y niños. “El sufrimiento es espantoso, pero nuestro plan es un salvavidas para millones de personas”, afirmó, instando a un cese de los combates y a garantizar el acceso de la ayuda humanitaria.
Por su parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, destacó que un tercio de la población sudanesa está desplazada y que los países vecinos, que han acogido a miles de refugiados, enfrentan serias dificultades por la falta de recursos. “Elementos esenciales como agua, albergue y servicios sanitarios son escasos, y Sudán necesita apoyo urgente”, advirtió.
El plan humanitario busca asistir a cerca de 21 millones de personas dentro de Sudán y a millones de refugiados en países como Chad, Egipto y Sudán del Sur. La ONU ha alertado que, sin financiación inmediata, dos tercios de los niños refugiados perderán el acceso a la educación primaria y casi cinco millones de personas enfrentarán inseguridad alimentaria severa.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha pedido el fin del apoyo externo y el flujo de armas hacia las partes en conflicto, subrayando que esto solo prolonga la destrucción y el sufrimiento civil. Además, instó a la comunidad internacional a intervenir de manera urgente para evitar el colapso humanitario en la región.