La jornada electoral en Alemania dejó un claro giro a la derecha. La Unión Cristianodemócrata (CDU) y su aliada bávara, la Unión Socialcristiana (CSU), lograron imponerse en las urnas con el mayor número de votos, aunque sin mayoría absoluta. Sin embargo, la gran sorpresa fue el ascenso de Alternativa por Alemania (AfD), la ultraderecha alemana, que obtuvo entre un 19 % y un 20 % de los votos, casi duplicando su resultado en comparación con los comicios legislativos de 2021.
Por su parte, el Partido Socialdemócrata (SPD), liderado por el actual canciller Olaf Scholz, sufrió una fuerte derrota, cayendo al tercer lugar con un 15 % de los votos. Los Verdes quedaron en cuarta posición, seguidos por La Izquierda.
La incertidumbre se mantiene sobre el futuro del Partido Liberal (FDP), que habría obtenido entre un 4,9 % y un 5 %, justo en el límite del umbral del 5 % necesario para entrar en el Bundestag. También en esta situación se encuentra la nueva fuerza populista de izquierdas Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), que habría logrado entre un 4,7 % y un 5 %.
Alta participación y jornada sin incidentes graves
Los colegios electorales cerraron tras una jornada con una participación considerablemente alta. Cuatro horas antes del cierre, el 52 % de los votantes ya había acudido a las urnas, según la Comisión Electoral Central. Este dato no incluye el voto por correo, pero supone un aumento significativo respecto al 36,5 % registrado a la misma hora en 2021. En total, la participación en 2021 fue del 76,4 %, la cifra más alta desde 2005.
La jornada transcurrió sin incidentes graves, aunque se registraron algunos hechos aislados. En Renania del Norte-Westfalia, un hombre armado con un cuchillo fue arrestado tras insultar a los interventores de una mesa electoral. En la ciudad de Rostock, al noreste del país, un colegio electoral fue vandalizado con pintadas de esvásticas e insultos a antifascistas.
Los principales candidatos acudieron a votar a lo largo del día. Olaf Scholz emitió su voto en Potsdam, mientras que Friedrich Merz lo hizo en Niedereimer antes de trasladarse a Berlín para seguir el recuento. Robert Habeck, candidato de Los Verdes y actual vicecanciller, votó anticipadamente en Flensburg, mientras que Alice Weidel, de AfD, emitió su voto por correo. La candidata de la ultraderecha recibió el apoyo público del magnate tecnológico Elon Musk a través de sus redes sociales el mismo día de las elecciones.
El debate migratorio, clave en la campaña
Uno de los temas que marcó estas elecciones fue la inmigración. Mientras el gobierno de Scholz insiste en que la mano de obra extranjera cualificada es esencial para suplir la escasez de trabajadores en una Alemania con una población envejecida, la oposición conservadora y la ultraderecha han endurecido su discurso, vinculando el aumento de la violencia con la inmigración y exigiendo restricciones más severas.
El crecimiento de AfD ha generado preocupación en diversos sectores de la sociedad alemana. Hace tan solo una semana, miles de personas salieron a las calles en Berlín para protestar contra el auge de la extrema derecha, temiendo un retroceso en los valores democráticos del país.
Así funciona el sistema electoral alemán
El sistema electoral de Alemania combina dos mecanismos de votación. En primer lugar, los ciudadanos emiten un voto para elegir a un candidato en su circunscripción regional. Los aspirantes más votados obtienen un escaño de manera directa. En segundo lugar, los votantes emiten un segundo voto para una lista de partido, que determina la proporción de escaños en el Bundestag.
Para que un partido tenga derecho a entrar en el Parlamento, debe superar el 5 % de los votos a nivel nacional o ganar al menos tres escaños directos. Tras la última reforma electoral, el Bundestag mantiene un número fijo de escaños, lo que afecta a la distribución final de los resultados.
