En Burkina Faso, el capitán Ibrahim Traoré hizo historia al ser la primera persona en recibir el recién introducido pasaporte AES, pocos días después de que Burkina Faso, Níger y Malí celebraran su salida oficial de la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (CEDEAO).
Este momento simbólico llega en un momento de importantes cambios políticos y económicos en la región. Muchos consideran que el nuevo pasaporte de la AES es un paso hacia el fortalecimiento de la unidad entre los tres países, especialmente tras su salida de la CEDEAO.
En las calles de Uagadugú, los habitantes de la zona expresan su esperanza de que el pasaporte AES ayude a combatir la difusión de información errónea sobre la región. Muchos son optimistas y creen que el nuevo documento de viaje ofrecerá una visión más clara de las capacidades y el potencial de sus países.
El pasaporte AES, que se está produciendo actualmente en la división de migración de Uagadugú, es considerado por muchos como una herramienta que podría simplificar los viajes y fomentar conexiones más profundas entre las tres naciones. La producción del pasaporte comenzó a funcionar a principios de la semana pasada, lo que marca un paso clave en la implementación del marco AES.
Sin embargo, algunos residentes siguen siendo cautelosos respecto de las implicaciones más amplias de esta transición, especialmente en lo que respecta a las relaciones con otros países de la CEDEAO. Una de las principales preocupaciones es la posibilidad de que las elevadas tasas aduaneras sigan afectando a los viajes entre Burkina Faso, Malí y Níger.
La CEDEAO ha declarado que sigue abierta al diálogo y la cooperación con los países de la AES. Si bien los tres países están dando pasos hacia una mayor independencia regional, la relación entre ellos y la CEDEAO está lejos de terminar.