Sin precisar la fecha de las elecciones, el general Brice Oligui Nguema declaró que había solicitado la participación de todos los «think tanks» de Gabón para redactar una nueva constitución, que será «adoptada mediante referéndum», así como nuevos códigos electorales y «más democráticos y respetuoso de los derechos humanos”.
También se “comprometió” a “entregar el poder a los civiles mediante la organización de elecciones libres, transparentes y creíbles”. Finalmente anunció el nombramiento «en unos días» de un gobierno de transición formado por personas «experimentadas» y «curtidas», a las que pidió la liberación de los «presos de conciencia» y el regreso de los «exiliados políticos».
El candidato de la oposición gabonesa, Albert Ondo Ossa, se negó a comentar sobre la toma de posesión e instó a los militares a restaurar el orden constitucional. Para él, el derrocamiento del presidente es sólo una «revolución palaciega» destinada a perpetuar el gobierno de la familia Bongo.