En Gabón una mujer que trabajaba como contable en el barrio de Obras Públicas de Okondja, en Haut-Ogooué, perdió la vida tras ser envenenada el 13 de junio. Según cuenta el periódico L’Union , el acto fue presuntamente cometido por su propia hija de 14 años, con el objetivo de hacerla dormir lo suficiente para salir a la calle sin que la finada la controlara. La mujer tenía sólo 48 años y se llamaba Esther Dike Nzoghet.
La razón que habría dado la niña GPCM de solo 14 años es porque su madre «la controlaba mucho» y se habría comprometido a cerrar la boca a su progenitora, porque ya no podía «soportar sus reprimendas y su control materno respecto a sus salidas nocturnas y a su relación sentimental».
Dejando atrás la frustración de tener una madre demasiado presente, GPCM supuestamente vertió alcanfor en el refresco de su madre. El objetivo, según su testimonio en dependencias policiales, habría sido dormirla durante un largo periodo de tiempo.
Lo cierto es que la noche de la tragedia, Esther Dike Nzoghet llama a su hijo, el gemelo de GPCM, para que le lleve el refresco al frigorífico, pero es la chica de 14 años la que se apresura.
Sin imaginar el grado de crueldad que podría animar a su propia hija, Esther consume la bebida instantáneamente antes de darse cuenta de que el sabor era diferente. Mientras tanto, derramó la bebida al suelo y se sentó.
Sin embargo, los sorbos de dicho jugo fueron suficientes para deteriorar su organismo. 30 minutos más tarde, se retorcía de dolor antes de ser trasladada de urgencia al centro de salud local. Morirá después por los efectos nocivos del alcanfor.