En su intervención durante la 38ª cumbre de la Unión Africana en Addis Abeba, Etiopía, António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, destacó las devastadoras crisis que afectan a Sudán y la República Democrática del Congo (RDC).
En Sudán, el conflicto entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido ha causado una grave crisis humanitaria, marcada por el asesinato de civiles, abusos de derechos humanos y violencia sexual. Guterres instó a ambas partes a negociar y advirtió que no existe una solución militar al conflicto. Además, destacó la dramática situación económica en el país, en caída libre, y pidió un camino claro para restaurar la paz.
En cuanto a la República Democrática del Congo (RDC), Guterres mostró su preocupación por el avance de la milicia Movimiento 23 de Marzo (M23) en el este del país. A medida que el M23 toma localidades clave como Goma y Bukavu, el riesgo de una guerra regional se incrementa, especialmente debido a las acusaciones mutuas entre RDC y Ruanda. Guterres hizo un llamado a respetar la soberanía de la RDC y subrayó que es hora de silenciar las armas y apostar por la diplomacia para encontrar una solución pacífica al conflicto. “El pueblo congoleño y los pueblos de la región merecen la paz”, sentenció el secretario general de la ONU.