La Unión Africana tomó oficialmente asiento el sábado en la mesa de los países más ricos y poderosos del mundo, comúnmente conocida como G20, con la aprobación de todos y a petición del anfitrión de la cumbre, el primer ministro indio, Narendra Modi.
La ampliación del bloque es una victoria diplomática notable para Modi, quien se enfrenta a elecciones nacionales el próximo año y ha utilizado los derechos de anfitrión del foro de este año para pulir su imagen como estadista internacional.
Esta invitación llega en un momento en que India, miembro de los BRICS, ha expresado su compromiso central de alineamiento múltiple, manteniendo la autonomía estratégica y no encasillarse en ningún campo o alianza, mientras construye un mundo multipolar.
África había estado representada sólo marginalmente dentro del G20 a través de la sede de Sudáfrica y el invitado permanente de la UA. Esta admisión supone el primer cambio desde 1999.
Antes de su discurso de apertura, Modi saludó al presidente de la Unión Africana y presidente de las Comoras, Azali Assoumani, con un cálido abrazo.
«India presentó una propuesta para otorgar a la Unión Africana membresía permanente en el G20. Creo que tenemos el acuerdo de todos al respecto», dijo Modi en su discurso de apertura de la cumbre.
«Con la aprobación de todos, solicito al jefe de la Unión Africana que ocupe su asiento como miembro permanente del G20», añadió, golpeando un mazo ceremonial.
Assoumani luego tomó asiento entre los líderes mundiales por invitación del ministro de Asuntos Exteriores de la India, S. Jaishankar.
Lanzada oficialmente en 2002, la UA agrupa a de 55 naciones africanas que representan alrededor de 1.400 millones de personas y alrededor del 10% de la economía mundial.
Gran proyecto en Oriente Medio
Según fuentes americanas y europeas, en el G20 también se firmará un acuerdo de principio entre los Estados Unidos, Arabia Saudí -representada por el príncipe heredero Mohammed Ben Slimane-, los Emiratos Árabes Unidos, la UE y otros socios del G20 para un importante Proyecto de transporte marítimo y ferroviario que cruza Oriente Medio para unir la India con Europa.
Es probable que este proyecto sea una respuesta a las Nuevas Rutas de la Seda de China, cuyo presidente Xi Jinping está ausente en Nueva Delhi, al igual que su homólogo ruso Vladimir Putin.
El anuncio llega además en un momento en que el presidente estadounidense, Joe Biden, trabaja en una posible normalización de las relaciones entre Israel (que eventualmente podría sumarse al proyecto) y Arabia Saudita, tras las de los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Marruecos.
«Tiene un enorme potencial» y es «el resultado de meses de cuidadosa diplomacia», afirmó el asesor adjunto de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jon Finer.
Es probable que a los países del G20 les resulte aún más difícil alcanzar un consenso sobre cuestiones geopolíticas, en particular la actitud que deben adoptar hacia Rusia o el clima. Se trata de cuestiones con consecuencias de gran alcance para los países en desarrollo, que están en primera línea cuando se trata de fenómenos meteorológicos extremos vinculados al cambio climático, así como de la inseguridad alimentaria alimentada por la guerra en Ucrania, que está deprimiendo los precios de los cereales.
«Las economías en desarrollo son las primeras afectadas por el cambio climático, aunque sean las menos responsables de esta crisis», afirmó el presidente sudafricano Ramaphosa.
Emergencia climática
Por su parte, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva recordó al G20 la «emergencia climática sin precedentes» que enfrenta el mundo debido a la «falta de compromiso con el medio ambiente», poniendo como ejemplo las inundaciones en su país.
Amnistía Internacional ya había advertido el jueves que la ausencia de compromisos sólidos en particular sobre el cambio climático sería un fracaso «potencialmente catastrófico» para el G20, que representa el 85% del PIB mundial y es responsable del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Más aún después de un llamado al orden con un informe bajo los auspicios de la Organización de las Naciones Unidas para el Clima que pide «hacer mucho más, ahora, en todos los frentes» para abordar la crisis climática.
A principios de esta semana en Nairobi, Kenia, los participantes en la primera cumbre climática de África también pidieron a la comunidad internacional que los ayude a aprovechar el potencial del continente en la lucha contra el calentamiento global, a través de la inversión y la reforma del sistema financiero internacional.
