La junta militar de Malí ha dado el pasado viernes un plazo de 75 horas a la embajadora de Suecia, Kristina Kühnel, para que abandone el país en una decisión que tiene su origen en la ruptura de relaciones diplomáticas entre las autoridades malienses con Ucrania, a la que Estocolmo ha respondido con la suspensión progresiva de la ayuda bilateral al país africano.
El Gobierno sueco había anunciado este pasado miércoles su intención de «abandonar progresivamente la estrategia de ayuda bilateral de Suecia a Malí» por la relación entre Rusia y el gobierno militar del país africano y la consecuente decisión adoptada esta semana por Bamako de cortar relaciones diplomáticas con Kiev.
«No se puede apoyar la guerra ilegal de agresión de Rusia contra Ucrania y al mismo tiempo recibir varios cientos de millones de coronas cada año en ayuda al desarrollo», indicó el ministro para Cooperación y Desarrollo Internacional y Comercio Exterior, Johan Forssell.
En respuesta, el Ministerio de Exteriores de la junta militar de Malí ha anunciado en su cuenta de la red social X, que la embajadora de Suecia en Bamako «ha recibido la notificación de abandonar el territorio maliense en un plazo de 72 horas, tras la declaración hostil de su ministro».