El ministro de Información y Cultura de Nigeria, Lai Mohamed, ha manifestado que los puntos de desacuerdo podrían solucionarse en los próximos días o semanas, después de que suspendiera las operaciones de la red social a principios de junio tras la eliminación de un controvertido mensaje del presidente, Muhammadu Buhari.
Tras la decisión, el ministro de Exteriores de Nigeria, Geoffrey Onyeama, defendió que la decisión iba en favor de la seguridad nacional y la paz en el país y agregó que «el mal que se realiza a través de redes sociales tiene a menudo consecuencias muy graves en vidas humanas».
En este sentido, Mohamed ha recalcado que Abudja ha pedido a Twitter que «establezca una presencia» en el país a través de una oficina y ha agregado que «tendrá que emplear a representantes designados en el país», según ha informado el diario nigeriano ‘The Premium Times’.
«También hemos pedido a Twitter (…) que se registre con los organismos reguladores competentes», ha dicho, antes de resaltar que se le ha reclamado que trabaje con la Hacienda nigeriana. «Si ganan dinero en Nigeria, tienen que pagar impuestos en línea con las leyes nigerianas», ha argüido.
Por otra parte, ha explicado que el Gobierno ha propuesto a Twitter «acordar una carta de conducta online para la gestión del contenido». «Acordaremos qué contenido es aceptable y qué contenido es inaceptable. Estamos muy preocupados por el contenido que pueda poner en peligro la seguridad y la unidad de Nigeria», ha remachado.
El Ejecutivo nigeriano se ha mostrado crítico con Twitter y ha denunciado el uso de la plataforma por parte de grupos separatistas para distribuir sus mensajes. Asimismo, cargó contra la red social por eliminar un mensaje de Buhari por presuntamente incitar a la violencia tras advertir a responsables de disturbios con responderles «en su propio idioma». Twitter eliminó el mensaje al considerar que el presidente Buhari había violado las reglas de uso de la red social, después de ser alertada por varios usuarios que lo denunciaron al considerar que estas palabras suponían una amenaza e incluso una declaración de guerra.