Las autoridades de Ruanda han calificado este jueves de “injerencia injustificada” la decisión de Estados Unidos de sancionar a Kabarebe y Kanyuka por su presunta implicación en la ofensiva del M23 en el este de RDC.
En un comunicado, el Ministerio de Exteriores ruandés ha denunciado que la medida “no contribuye a una solución pacífica” y ha criticado que el Ejército congoleño y sus aliados no reciban el mismo trato.
“Las sanciones impuestas por EE.UU. son infundadas y reflejan una visión parcial del conflicto. Mientras se castiga a Ruanda, se ignora la implicación del Ejército congoleño, la misión sudafricana (SAMIDRC), las tropas burundesas, la milicia FDLR y mercenarios europeos”, ha señalado el ministerio en su cuenta de la red social X.
Por su parte, Estados Unidos justificó las sanciones señalando que Kabarebe ha brindado “fundamental apoyo” al M23 y ha facilitado la explotación y exportación de minerales desde RDC a través de Ruanda. También ha incluido en la lista negra a Kanyuka y dos de sus empresas registradas en Reino Unido y Francia.
En respuesta, Kigali ha reiterado su postura de que el conflicto en el este de RDC es “una cuestión interna” y que su Gobierno no es responsable de la crisis. “Si las sanciones pudieran poner fin al conflicto en el este de RDC, la paz se habría restablecido hace mucho tiempo”, ha añadido el comunicado ruandés.
Mientras tanto, el Gobierno de RDC ha celebrado la decisión de EE.UU. y ha instado a la ONU y a la Unión Europea a adoptar sanciones “más robustas” contra Ruanda. “Es necesario aumentar la presión para obligar a Ruanda a retirar sus tropas y cesar sus actividades criminales en nuestro suelo”, ha afirmado el portavoz gubernamental congoleño, Patrick Muyaya.