1, 7 Millones de personas contrajeron el VIH en 2019, 38 millones de personas estaban viviendo con el VIH, mientras que 690 mil personas murieron por enfermedades relacionadas con el sida (2019), estos son los datos de ONUSIDA.
El Día Mundial del Sida sigue siendo tan importante hoy como cuando empezó, y continúa recordando a la sociedad y a los Gobiernos que el VIH no ha desaparecido.
A día de hoy es fundamental aumentar la financiación para la respuesta al sida. Con esta ocasión la Representante de ONUSIDA en Guinea Ecuatorial, Marie Jeanne Seck, ha comparecido este lunes 30 de noviembre, ante los medios de comunicación para leer este mensaje:
«La Covid-19 está amenazando el progreso que el mundo ha logrado en materia de salud y desarrollo en los últimos 20 años, incluidos todos los pasos dados en la lucha contra el VIH. Al igual que todas las epidemias, la enfermedad de coronavirus está haciendo aún mayores las desigualdades que ya existían, como la desigualdad de género, racial, social y económico», reconocía Marie Jeanne Seck.
El programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminaciones y cero muertes relacionadas con el sida. De hecho, ONUSIDA reúne esfuerzos de once organismos internacionales de las Naciones Unidas, y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia del Sida para el 2030 como parte de los objetivos de Desarrollo Sostenible. Así lo ha reconocido su representante en Guinea Ecuatorial.
«Aun hoy, más de 12 millones de personas siguen esperando su tratamiento contra el VIH y 1,7 millones se infectaron en 2019 por no tener acceso a los servicios básicos», decía Jeanne Seck.
«A medida que nos vamos despidiendo del año 2020, el mundo nos recuerda que nos encontramos en un punto peligroso y que los meses próximos tampoco serán fáciles», matizaba.
«Nuestro objetivo para acabar con la pandemia del Sida estaba lejos de conseguirse aun antes de la irrupción de la Covid-19. Hemos de anteponer las personas a todo lo demás. Solo así volveremos a avanzar en la respuesta al sida. Hemos de acabar con las injusticias sociales que multiplican el riesgo que las personas contraigan el VIH y debemos pelear por el derecho a la salud. Ninguna excusa, justifica que los Gobiernos no inviertan todo su potencial para hacer realidad el acceso universal a la atención sanitaria. Se han de derribar todas las barreras que impiden el acceso, entre ellas, las tasas de los usurarios que necesiten cuidados médicos», señalaba.
«Se han de respetar los derechos de las mujeres y niñas, acabar con la criminalización y la marginación del colectivo LGTBI, los consumidores de drogas y los trabajadores sexuales», concluía.