Desde el pasado lunes 1 de noviembre , se ha comenzado en Malabo el acostumbrado control de documentación a los ciudadanos expatriados, lo que deja a la ciudad capital de Guinea Ecuatorial presentar unas imágenes insólitas con calles casi vacías donde algunos extranjeros tienen negocios. Los mercados de Pinto y Central son ejemplos de estas imágenes raras.
La presencia de agentes de la Seguridad Nacional de control de la documentación en los barrios de la capital del país ha supuesto una sorpresa para los extranjeros. Muchos habrían sido intervenidos por no tener en vigor el carné de residencia durante las redadas de los agentes
Otros en situación ilegal se echan a la fuga abandonando sus puestos de negocios. Desde ayer martes, algunos han decidido no acudir a los mercados para no ser detenidos. Las imágenes captadas por este órgano en los mercados de Pinto y Central dan mucho que desear y os muestran imágenes raras veces vistas, si se tiene en cuenta que son lugares donde concurren habitualmente muchísima gente y salvo en los primeros días del confinamiento total por la Covid-19 el pasado año 2020, no se acababa de vivir una situación similar.
El número de ciudadanos extranjeros indocumentados y comerciantes en los mercados Pinto y Malabo podría ser superior al de los legalizados,-a falta de estadísticas oficiales-, según se ha podido observar por el número de establecimientos comerciales que están abiertos entre ayer y hoy miércoles en las principales calles y barrios de la ciudad de Malabo.
Durante nuestro recorrido hemos conseguido hablar con ciertos extranjeros para saber si existe otra razón con la cual ambos mercados estén desiertos. “Es verdad que muchos de mis hermanos no tienen papeles como residencia, pero también son pocos los policías que te dejan hablar”, afirma Idrissi Backdé, ciudadano de Burkina Faso.
“El miedo que tienen mis hermanos es que los lleve la Policía, puede que uno tenga todo lo que exigen, pero a veces no es fácil que te dejen marchar, así como así”, afirma Ivana Langamanda de Congo Brazzaville.
Los Agentes niegan algunas versiones ofrecidas por los extranjeros y aseguran que su cometido es cumplir sólo y únicamente el trabajo que se les ha encomendado que no es otro que verificar si los extranjeros residentes en la ciudad capital están en situación legal.
Dentro de los datos preliminares ofrecidos a nuestros reporteros, los agentes de Policía confiesan que muchos de estos extranjeros “no tienen papeles, de hecho, huyen de nosotros”.
El cierre de varios establecimientos regentados por extranjeros en los principales mercados, calles y barrios de Malabo a lo largo de estas tres jornadas (desde el lunes 1 de noviembre) ha pasado factura a los ciudadanos, quienes también se han quedado sorprendidos por este hecho. “Quería arreglar mi máquina, pero no he podido, no está el técnico”, declara un ciudadano.
