Ante las violentas manifestaciones que estallaron en Kinshasa el 28 de enero, la compañía aérea Air France suspendió sus vuelos a la capital congoleña. Uno de sus aviones, que se dirigía a Kinshasa, tuvo que dar la vuelta en pleno vuelo.
Mientras las tensiones sacudían la capital de la República Democrática del Congo, varias embajadas, incluida la de Francia , fueron atacadas por manifestantes. En respuesta, Air France decidió cancelar temporalmente sus conexiones con Kinshasa.
El vuelo AF 722, que partió de París-Charles-de-Gaulle hacia Kinshasa con escala en Brazzaville, se vio obligado a dar marcha atrás mientras sobrevolaba Burkina Faso. La aerolínea se ha ocupado de los pasajeros y ofrece soluciones de aplazamiento para sus viajes.
El vuelo previsto para este 29 de enero también fue cancelado y los vuelos futuros se ajustarán en función de la evolución de la situación de seguridad en la República Democrática del Congo. Esta medida es ampliamente criticada por la opinión pública congoleña. La empresa francesa está acusada de dramatizar la situación.