La Oficina de Investigación de la Corrupción (OIC) de Corea del Sur ha informado de la detención del destituido presidente Yoon Suk-yeol, hoy miércoles, 15 de enero, separado del poder por su fallido intento de imponer la ley marcial el pasado 3 de diciembre.
Yoon fue destituido el pasado 3 de diciembre tras decretar la ley marcial en el país, una medida inesperada que desató fuertes protestas en todo el territorio. Aunque justificó su decisión, alegando amenazas internas y externas, medios locales señalaron que esta acción podría haber sido motivada por problemas políticos personales. La medida provocó que la Asamblea Nacional aprobara una moción para su destitución, generando un clima de tensión política y social.
El operativo que culminó en su arresto ha ocurrido luego de un intento fallido el pasado 2 de enero, cuando simpatizantes y militares que custodiaban su residencia impidieron que las autoridades ejecutaran la orden judicial. Sin embargo, en esta ocasión, la 55.ª Brigada de Seguridad del Ejército permitió el ingreso de cientos de agentes al complejo presidencial, lo que facilitó la detención del exmandatario.
Tras su detención, Yoon afirmó que «el Estado de derecho se ha venido abajo completamente». Sus abogados se encuentran en negociaciones con la OIC sobre el proceso judicial que enfrentará en los próximos días.
La ley marcial decretada por Yoon tuvo una corta duración, pero generó una ola de manifestaciones en su contra y aceleró su destitución. Su arresto marca un hecho sin precedentes en la historia política de Corea del Sur, enviando un mensaje contundente sobre la responsabilidad de los altos funcionarios ante la ley.