Brasil ha puesto en marcha una nueva ley que restringe el uso de teléfonos móviles en las escuelas. Desde esta semana, los estudiantes no podrán usar sus dispositivos en aulas y pasillos, excepto en casos autorizados por un profesor para fines educativos o por razones de salud o accesibilidad.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva firmó la ley en enero, con el objetivo de proteger la salud mental y física de los estudiantes y fomentar un uso más equilibrado de la tecnología, según informó el Ministerio de Educación.
Antes de esta ley, la mayoría de los estados y escuelas ya tenían algún tipo de restricción, pero su aplicación era difícil debido a la falta de un reglamento unificado.
Brasil es uno de los países con mayor uso de pantallas en el mundo. Según la Fundación Getulio Vargas, hay 258 millones de celulares en un país con 203 millones de habitantes. Además, un estudio de 2023 reveló que los brasileños pasan en promedio 9 horas y 13 minutos al día frente a sus dispositivos.
Algunos jóvenes ya han notado efectos positivos de la restricción. Mariana Waetge, una estudiante de 13 años de Porto Seguro, contó a The Associated Press que mantenerse alejada de su celular la ayudó a mejorar su concentración, fortalecer la relación con su familia y encontrar nuevas formas de interactuar con sus amigos.
Las escuelas podrán decidir cómo aplican la norma, por ejemplo, si los estudiantes deben dejar sus celulares en la mochila, en taquillas o en un área asignada. Con esta medida, Brasil busca equilibrar la educación digital sin afectar el bienestar de los estudiantes.
