Como cada año, el 19 de octubre se conmemora el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, el tumor más frecuente entre las mujeres, una enfermedad que se calcula afectará a una de cada ocho a lo largo de su vida.
Datos globales sobre cáncer de mama
A pesar de que se ha ido reduciendo la tasa de mortalidad, y según datos de la OMS, en 2020 fallecieron por esta afección 685.000 personas en todo el mundo.
Pero antes de entrar en detalle sobre datos de esta enfermedad, ¿cómo podríamos definirla? Se trata de un tumor maligno originado en el tejido de la glándula mamaria, entendiendo los tumores malignos como los que cuentan con un crecimiento descontrolado que se extienden a otros tejidos.
Para continuar descendiendo la tasa de mortalidad que citábamos anteriormente, la Organización Mundial de la Salud cuenta con la Iniciativa Mundial contra el Cáncer de Mama con el objetivo de reducir en un 2,5% anual la mortalidad mundial causada por esta enfermedad, por lo que desde 2020 y hasta 2040 se salvarían dos millones y medio de vidas.
Si se cumpliese este objetivo, para 2030 se evitaría una de cada cuatro muertes por cáncer de mama entre las mujeres con una edad inferior a 70 años y para 2040 esa cifra sería de cuatro de cada diez.
Hablamos de las pacientes en femenino porque, aunque es cierto que también hay varones que sufren esta enfermedad, la estimación es que se trata únicamente de entre el 0,5% y el 1% del total de casos diagnosticados.
La tecnología, fundamental para luchar contra el cáncer de mama
Como hemos comentado anteriormente, actuar de forma temprana es esencial para mejorar el pronóstico de las pacientes de cáncer de mama, y las nuevas tecnologías son herramientas de lo más eficaz para la detección precoz y el desarrollo de tratamientos personalizados que puedan ayudar a salvar vidas.
La mamografía como método radiológico es una tecnología que cuenta con más de un siglo de antigüedad, concretamente nació en el año 1913, cuando el cirujano alemán Albert Salomon utilizó la radiografía para estudiar esta dolencia, motivo por el cual es considerado el inventor de la radiología mamaria.
Precisamente la mamografia unida a la ecografía 3D, llamada ABUS (Automatic Breast Ultra Sound), aumenta su fiabilidad y ayuda a los especialistas en la adopción de terapias efectivas y menos invasivas. El Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid realizó un estudio para demostrar que el uso de este tipo de tecnología aporta importantes beneficios como la obtención de imágenes de mayor resolución para la detección precoz del cáncer de mama.
La tecnología 3D también ayuda en la reconstrucción mamaria, ya que se plantea como el futuro para ofrecer resultados más naturales. Concretamente, las investigaciones se centran en la utilización de la biotecnología y la impresión 3D para la reconstrucción de los pezones.
Su incidencia se ha incrementado en los últimos años, probablemente en relación con el aumento poblacional, el envejecimiento de la población, el cambio de los hábitos reproductivos de las mujeres, la exposición a factores de riesgo, el sedentarismo; y la globalización del cribado poblacional.
Es por todo ello que hoy, 19 de octubre, Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, desde la Revista Real EG, como parte de nuestro compromiso con la sociedad y la salud, y en apoyo y solidaridad a las compañeras, familiares y amigas que padecen esta enfermedad, nos sumamos a la campaña de la Asociación Ecuatoguineana Contra el Cáncer de mamá (AECCM), #ElRosaEsMásQueUnColor, con el objetivo de dar mayor visibilidad y apoyo a su labor y concienciar sobre la importancia de la investigación y el diagnóstico precoz de esta enfermedad.
En la lucha contra el cáncer de mama aún queda mucho por conseguir.