Ayer miércoles, el director de la Oficina Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos Christopher Wray dio a conocer a los miembros de su organización su decisión de abandonar su responsabilidad en enero, plegándose a la realidad de que el presidente electo, Donald Trump, había declarado públicamente su deseo de sustituirle.
Tras el anuncio de Wray, Donald Trump reaccionó a través de un comunicado en Truth Social calificando la decisión de Wray como “un gran día para América”. El presidente electo en las pasadas elecciones indicó que el FBI ha utilizado sus vastos poderes para amenazar y destruir a muchos estadounidenses inocentes, algunos de los cuales nunca podrán recuperarse de lo que se les ha hecho». Y ha declarado que la dimisión “restaura el Estado de derecho para todos los estadounidenses».
Trump declaró en noviembre su deseo de contar con su partidario Kash Patel en la dirección del FBI en su futura administración que tomará posesión oficialmente el 6 de enero de 2025.
«Este FBI pondrá fin a la creciente epidemia de delincuencia en Estados Unidos, desmantelará las bandas criminales de inmigrantes y detendrá el malvado flagelo del tráfico de personas y drogas a través de la frontera. Kash trabajará bajo la dirección de nuestra gran fiscal general, Pam Bondi, para devolver la fidelidad, la valentía y la integridad al FBI», dijo.
Y uno de su descontento con Wray fue la polémica declaración tras el intento de asesinato que sufrió en julio, en un acto electoral, al plantear dudas sobre si el republicano fue realmente herido por una bala. También cuenta como antecedente la irrupción en 2022 por agentes de FBI en Florida como parte de una investigación sobre el manejo de documentos presidenciales altamente clasificados. Trump afirmó que «nunca antes le había ocurrido algo así a un presidente de EE.UU.»
Se espera que Paul Abbate, subdirector del FBI, dirija la agencia al menos hasta finales de abril, cuando está previsto que se jubile.