Hurricane, el perro del Servicio Secreto estadounidense que protegió al expresidente Barack Obama en 2014, murió el pasado 12 de febrero a los 15 años en Alexandria (Virginia).
El agente canino, también conocido como el K-9 más condecorado en la historia de Estados Unidos, «defendió valientemente la Casa Blanca», asegura su entrenador, Marshall Mirarchi, en Instagram, donde ha publicado la triste noticia.
Fue en 2014 cuando Hurricane, un pastor belga malinois de color negro, detuvo a un hombre cuando se disponía a entrar en la Casa Blanca mientras el expresidente y su mujer, Michelle Obama, se encontraban viendo una película.
El intruso, de 23 años, escaló la valla de los alrededores del edificio para entrar y se enfrentó a dos perros en el jardín cuando intentaba acercarse la casa. Fue entonces cuando Hurricane le empujó para que se detuviera. Minutos después llegó el equipo del Servicio Secreto para retener al varón, Dominic Adesanya, quien se declaró culpable de un delito de allanamiento de morada.
Pese a que finalmente el K-9 consiguió entorpecer los planes del varón, sufrió algunas heridas durante la pelea, sobre todo en sus patas y caderas. Tras el suceso, su entrenador aseguró que Hurricane «nunca saltaría igual».
Durante los últimos años del animal, que fue galardonado con el Premio del Secretario al Valor del Departamento de Seguridad Nacional y se retiró en 2016, formó parte de la organización benéfica de Mirarchi, en la que ayudan a otros perros retirados.
Además, en 2022 el perro policía más famoso de la Casa Blanca recibió la Medalla al Servicio Distinguido y estuvo presente en diferentes actos benéficos, donde jugaba con niños. «Lo que hacía a Hurricane tan especial era que podía ser feroz y valiente, pero ser amoroso y amable al mismo tiempo», sentenció su entrenador.
