El tribunal brasileño que supervisa las arcas públicas determinó el miércoles que el expresidente Jair Bolsonaro devuelva en cinco días joyas valuadas en millones de dólares que recibió como regalo de Arabia Saudita, y ordenó una auditoría sobre todos los obsequios durante su mandato.
La decisión «establece un plazo de cinco días para que Jair Bolsonaro devuelva a la secretaría general de la presidencia todo el acervo en discusión relativo al paquete de joyas recibido de Arabia Saudita», dijo Bruno Dantas, presidente del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU).
El TCU también ordenó a Bolsonaro que entregue al acervo del palacio presidencial dos armas de fuego que recibió como regalo de los Emiratos Árabes Unidos en 2019.
Según la ley brasileña, los funcionarios públicos solo pueden quedarse con obsequios que sean «muy personales y de mínimo valor monetario», aclaró Dantas, en sesión del TCU.
«Si alguno de los dos criterios no se cumple, (los regalos) deben ir inexorablemente a la colección presidencial», agregó.
El fallo unánime del tribunal es el último capítulo de un escándalo que ha dominado los titulares en Brasil desde que surgieron acusaciones a principios de este mes de que Bolsonaro intentó importar ilegalmente joyas valuadas en 3,2 millones de dólares que él y su esposa recibieron como regalo de Arabia Saudita.
El episodio se ha convertido tanto en un dolor de cabeza legal como político para el expresidente, quien actualmente se encuentra en Estados Unidos y proyecta su regreso a Brasil, con la esperanza de encabezar la oposición a su sucesor de izquierda, Luiz Inácio Lula da Silva.
«La fecha marcada (para volver) es el 29 de este mes. Cuando falte una semana, estudiaremos la situación: cómo está Brasil, cómo están los contactos aquí», dijo Bolsonaro el martes en una reunión con empresarios brasileños en Orlando, Florida, transmitida por sus redes sociales.
Bolsonaro, que niega haber cometido cualquier ilegalidad, sugirió a través de sus abogados que entregaría las joyas a las autoridades a la espera del resultado de las investigaciones.
El escándalo estalló cuando el periódico O Estado de S. Paulo informó que funcionarios de aduana interceptaron a un asistente del entonces ministro de Minas y Energía de Bolsonaro cuando intentaba ingresar a Brasil con una mochila que contenía un primer paquete de joyas de diamantes de la lujosa marca suiza Chopard, después de un viaje oficial a Arabia Saudita en octubre de 2021.
El TCU decidió el miércoles también que ese juego de joyas, retenido hasta ahora por la aduana, sea entregado a la brevedad a la secretaria general de la presidencia, «verdadero titular de ese patrimonio».
Más tarde se supo que Bolsonaro se había quedado con un segundo juego de joyas, también de Chopard, que ingresó a Brasil sin ser detectado después del mismo viaje.
Los viajeros que ingresan a Brasil con bienes por valor de más de 1.000 dólares deben declararlos y pagar impuestos de importación.
Informes de medios han estimado el valor de las joyas en 3,2 millones de dólares para el primer juego y de al menos 75.000 dólares para el segundo, que también podría haber ingresado a Brasil libre de impuestos como obsequio oficial a la nación, pero en ese caso debería haber sido entregado al acervo presidencial, y no a la familia de Bolsonaro.