Al menos 27 organizaciones religiosas en Estados Unidos han presentado una demanda contra la administración de Donald Trump, exigiendo que los agentes de inmigración no realicen redadas ni arrestos en lugares de culto.
La acción legal busca reinstaurar las directrices que protegían a iglesias, escuelas y hospitales de operativos migratorios, una medida eliminada por el Gobierno de Trump tras asumir la presidencia.
El grupo demandante incluye diversas denominaciones cristianas, así como comunidades judías y cuáqueras. Argumentan que su fe les obliga a brindar atención y apoyo a todos, sin importar su origen. Por lo que, acoger a migrantes es una parte esencial de su práctica religiosa.
Desde que Trump firmó órdenes ejecutivas para reforzar la deportación de migrantes indocumentados, muchas personas han dejado de asistir a las iglesias por temor a ser arrestadas, optando por seguir los servicios religiosos en línea. La demanda advierte que la eliminación de las protecciones anteriores pone en riesgo a feligreses y limita el alcance de las labores sociales que muchas iglesias ofrecen, como asistencia alimentaria, clases de inglés y apoyo legal.
Durante la presidencia de Joe Biden (2021-2025), se establecieron «áreas protegidas» donde los agentes de inmigración no podían realizar redadas. Sin embargo, el 20 de enero, la nueva administración de Trump rescindió estas medidas, permitiendo nuevamente los arrestos en iglesias y otros centros de culto.
El Departamento de Seguridad Nacional ha defendido este cambio, argumentando que nadie debe usar los templos religiosos como refugio para evitar la ley. No obstante, los demandantes aseguran que esta medida viola la libertad religiosa protegida por la Primera Enmienda de la Constitución de EE.UU.
Líderes religiosos han expresado su preocupación por el impacto que estas acciones pueden tener en la vida de los migrantes y en sus propias comunidades. «Una redada en una iglesia durante un servicio religioso sería devastadora», señala la demanda. «Destruiría el sentido de santuario, frustraría el culto comunitario y socavaría el trabajo social que muchas congregaciones realizan», argumentan
Con esta acción legal, los grupos religiosos esperan que la justicia estadounidense restablezca las protecciones que evitarían que los agentes migratorios realicen operativos en espacios de fe y asistencia social.
