50 años y 15 horas después del ataque sorpresa egipcio y sirio contra Israel que dio inicio a la Guerra de Yom Kipur, el brazo armado del grupo islamista Hamas ha lanzado la mayor ofensiva por tierra, mar (infiltración de decenas de sus miembros en localidades israelíes) y aire (lanzamiento de miles de proyectiles contra amplias zonas incluyendo las céntricas de Tel Aviv y Jerusalén) desde que tomó el control de la Franja de Gaza en 2007. Como el 6 de octubre de 1973, Israel se ha visto sorprendida de forma monumental por un ataque que ha llevado a su Ejército a elevar este sábado su estado de alerta al de preparación para la guerra. La cifra de víctimas y secuestrados en Israel invita a pensar que la operación «sin precedentes» de Hamas tendrá como respuesta una operación de represalia «sin precedentes».
De momento, las autoridades sanitarias han confirmado que al menos 200 israelíes han muerto y más de 900 han resultado heridos debido al impacto de proyectiles palestinos y sobre todo al ataque de los milicianos que penetraron en Israel.
El responsable del consejo regional de Shaar Negev, Ofir Lipstein, murió por disparos de los atacantes. El grupo integrista, que justifica su ataque en la «defensa de la Mezquita Al Aqsa», afirma que logró matar y secuestrar a decenas de israelíes (militares y civiles) en un acción armada simultánea que cuenta con el apoyo del segundo grupo más importante en Gaza, Yihad Islámica. En Israel, admiten que hay israelíes-vivos y muertos- en manos de los grupos armados en Gaza.
El brazo armado del grupo islamista palestino Hamas, que controla la Franja de Gaza, ha difundido un vídeo que muestra a tres hombres vestidos como civiles, visiblemente asustados, capturados por sus combatientes. «Escenas de las Brigadas al Qassam capturando a varios soldados enemigos en la batalla ‘Diluvio de Al Aqsa'», indicaba una frase que aparecía sobre fondo negro al principio del video. Según ha confirmado el Ejército israelí, Hamas no sólo ha secuestrado a civiles sino también a varios soldados.
«¡Hay numerosos terroristas aquí! Nunca he visto algo parecido ¿Dónde están nuestros soldados?», nos decía por teléfono con miedo y rabia un habitante de la ciudad de Sderot que, como otras poblaciones limítrofes israelíes con el enclave palestino, ha tenido un violento despertar. Los disparos y proyectiles de las milicias de Gaza han roto la calma de Shabat y del último día de la festividad judía de Sucot.
«Hamas ha cometido un grave error esta mañana y ha lanzado una guerra contra Israel. Las tropas están luchando contra el enemigo en cualquier localización. El Estado de Israel ganará esta guerra», ha afirmado el ministro de Defensa, Yoav Gallant.
Antes de prometer que «Hamas pagará un precio muy elevado por su ataque terrorista», anunciar ataques aéreos contra objetivos del grupo palestino que empezaron a media mañana y ordenar una amplia movilización de reservistas, el Ejército israelí envió numerosos efectivos a Sderot y varias localidades agrícolas ante la infiltración de decenas de milicianos en sus calles y también para evitar secuestros de ciudadanos y soldados, vivos o muertos.
Según fuentes sanitarias de Gaza, 232 palestinos han muerto y más de 1.000 resultaron heridos ya sea en los combates en Israel en la ofensiva que Hamas lanzó bajo el nombre de «Tormenta Al Aqsa» como en los ataques aéreos de represalia en Gaza en una amplia operación que el Ejército israelí ha bautizado como «Espadas de Hierro». Israel, además, ha ordenado a la empresa eléctrica estatal cortar el suministro a la Franja de Gaza.
Más de diez horas después de su penetración, continuaban los enfrentamientos armados en algunas localidades israelíes, con testimonios de habitantes llamando a las cadenas de televisión para pedir ayuda en voz baja ante la presencia de encapuchados cerca de sus casas y algunos casos de secuestros.
«El grupo terrorista Hamas pagará muy caro su cobarde ataque», afirman fuentes militares mientras se difundían imágenes sin precedentes de jeeps militares israelíes conducidos por Hamas en las calles de Gaza.
La unidad de lucha antiterrorista de la Policía israelí se ha movilizado ante la toma de varios edificios en el sur de Israel por parte de los palestinos armados procedentes de Gaza. «En estos momentos, tenemos unos 20 puntos calientes de actividad (en alusión a infiltraciones)», ha afirmado el inspector jefe de la Policía, Kobi Shabtai.
«Ya habíamos avisado al enemigo, que maldijo al profeta en los patios de la mezquita de Al-Aqsa. Hemos decidido poner fin a todos los crímenes de la ocupación. El tiempo de no rendir cuentas ya acabó», declaró el jefe del brazo armado de Hamas, Mohamed Deif, anunciando que su grupo lanzó 5.000 proyectiles en las primeras horas. Asimismo, pidió ampliar los frentes contra Israel en clara alusión a una posible intervención de otros grupos desde el Líbano y Siria. Todos ellos, también apoyados con armas y financiación por Irán.
En un llamamiento a palestinos en Cisjordania, Jerusalén Oriental e Israel, el portavoz del brazo armado de Hamas, Abu Obeida, señaló: «Hoy es vuestra oportunidad. Debéis dirigiros ahora a todos los lugares donde está la ocupación. El enemigo está colapsado».
El primer ministro israelí, Benjamin convocó para este mediodía una reunión de urgencia en la sede del ministerio de Defensa en Tel Aviv ante un ataque planeado desde hace tiempo por Hamas. Su ejecución ahora lleva a las partes de forma casi inevitable no a una escalada más sino a una guerra. «Estamos en una guerra. No se trata de una ofensiva más. Hamas lanzó un ataque sorpresa sanguinario contra el Estado de Israel y sus ciudadanos», declaró Netanyahu antes de añadir: «Ordené realizar una amplia movilización de reservistas y contraatacar con una fuerza y alcance que el enemigo nunca conoció».
Las críticas en Israel se dirigen hacia el Ejército por no haber sabido evitar o al menos contener la letal penetración de decenas de milicianos desde Gaza, en gran parte con furgonetas, y hacia el Gobierno debido a la mayor crisis en la historia de Israel a raíz de la propuesta de reforma judicial. La división sin precedentes en Israel no solo ha golpeado a su sociedad, incluyendo al Ejército con protestas incluidas de reservistas, sino también su capacidad de disuasión ante Irán, Hamas o el grupo libanés Hizbulá. En un comunicado, este grupo chií envió «felicitaciones por la acción heroica (de Hamas). Esta operación es una respuesta decisiva a los crímenes actuales de la ocupación y el daño continuo a los Lugares Sagrados».
El jefe de la oposición y ex primer ministro israelí, Yair Lapid, ha ofrecido a su acérrimo rival Netanyahu la formación de un «Gobierno de emergencia profesional». «El Estado de Israel está en guerra. No será una guerra fácil ni corta. Tiene implicaciones estratégicas que no hemos visto en muchos años. Existe un gran riesgo de que se convierta en una guerra en múltiples escenarios», ha afirmado tras reunirse con Netanyahu.