Cada vez más personas están dispuestas a arriesgar su integridad física a cambio de una fotografía que publicar en sus redes sociales. Ejemplo de esto sería lo sucedido en Sri Lanka, donde una mujer ha muerto mientras posaba en una de sus famosas líneas ferroviarias.
Olga Perminova, mujer rusa de 53 años, viajaba en el emblemático ‘Podi Menike’ cuando decidió protagonizar una sesión de fotos recreando la pose más típica de los turistas que usan esta línea: asomándose por una puerta abierta. Sin embargo, esta acción se convirtió rápidamente en una tragedia cuando se golpeó la cabeza violentamente contra una roca, sufriendo heridas severas que desembocarían en su muerte.
Los momentos previos al accidente muestran a la víctima, que formaba parte de un grupo de doce turistas rusos, posando con un vestido rosa mientras se aferraba a la puerta del tren y el viento ondeaba su pelo.
Según reflejaron informes locales, Olga murió «después de caerse del tren cuando intentaba tomarse una selfie mientras colgaba del estribo del convoy entre las estaciones de Badulla y Hali Ela».
«La mujer golpeó contra una roca, se cayó del tren y sufrió lesiones graves», explicaron las autoridades pertinentes.
La turista fue trasladada de urgencia a un hospital, pero los sanitarios no pudieron hacer nada por su vida. La Embajada de Rusia en Colombo confirmó la muerte y concretó que la fallecida trabajaba para una empresa de seguridad en la región de Moscú y era originaria de Saratov.
El accidente tuvo lugar entre las estaciones de Badulla y Hali Hela, concretamente, a la altura del túnel de Badulla. Este es uno de los tramos que más atención turística acapara debido a sus paisajes montañosos.
El destino del tren era la ciudad Ella, conocida por estar rodeada de naturaleza y plantaciones de té. Esta es la zona más emblemática de la ruta gracias al puente de los Nueve Arcos, una sofisticada obra de ingeniería construida por los británicos.
Actualmente, los diplomáticos rusos están encargándose de cumplir las gestiones necesarias para poder repatriar el cuerpo de la víctima.