El gobierno de Donald Trump ha ordenado la suspensión inmediata del suministro de medicamentos e insumos médicos esenciales a países en desarrollo apoyados por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
La decisión incluye tratamientos contra el VIH, la malaria y la tuberculosis, además de anticonceptivos y recursos destinados a programas de salud materno-infantil, según un memorando distribuido este martes 28 de enero de 2025.
Empresas y organizaciones asociadas a la USAID, como Chemonics, recibieron notificaciones para cesar sus actividades de manera inmediata. Esto significa que medicamentos en stock no podrán ser entregados a las clínicas, ni éstas podrán operar si dependen de financiación estadounidense.
La medida afecta directamente a 20 millones de personas que dependen de tratamientos antirretrovirales, así como a programas que atienden a 6.5 millones de huérfanos y niños vulnerables en 23 países.
Atul Gawande, exjefe de salud global de USAID, calificó la decisión como “catastrófica” y advirtió sobre el riesgo de que estas interrupciones en el tratamiento permitan la aparición de cepas resistentes a los medicamentos, además de incrementar la transmisión de enfermedades.
El contexto de esta decisión se enmarca en una orden previa del 20 de enero, donde Trump decretó una pausa de 90 días en la ayuda al desarrollo internacional mientras se evalúa su alineación con las prioridades de la política exterior estadounidense.
