En su lucha contra el gasto público, el presidente de EEUU Donald Trump ha puesto fin al programa Power Africa, después de anunciar su voluntad por desmantelar diversos departamentos de Estado y despedir a miles de trabajadores gubernamentales.
La iniciativa fue impulsada en 2013 durante el mandato de Barack Obama, y tenía como objetivo llevar electricidad a decenas de millones de hogares en África. Un objetivo que, según el Departamento de Estado, no está alineado con el interés nacional del país, y que, por tanto, no continuará en funcionamiento.
Casi todos los programas de Power África ya han sido registrados para su terminación y la mayoría de su personal ha sido despedido. El programa dependía de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que también fue desmantelada por el Departamento de Eficiencia Gubernamental hace algunas semanas.