En un importante avance contra el brote de ébola en Uganda, las autoridades sanitarias dieron de alta este martes a los ocho pacientes que aún permanecían hospitalizados, según informó la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, más de 200 personas que estuvieron en contacto con los infectados siguen bajo vigilancia en cuarentena para prevenir la reaparición de la enfermedad.
El alta médica fue posible después de que los pacientes dieran negativo en dos pruebas consecutivas realizadas con 72 horas de diferencia. Todos ellos habían sido diagnosticados con la variante Sudán del virus, detectada inicialmente a finales de enero tras el fallecimiento del primer caso en la capital, Kampala.
La ministra de Sanidad ugandesa, Jane Ruth Aceng Ocero, ha confirmado que los pacientes «están libres de la enfermedad» e instó a sus familiares y allegados a interactuar con ellos con normalidad.
Desde la confirmación del primer caso, la OMS y el Gobierno de Uganda han implementado ensayos clínicos para evaluar posibles vacunas, ya que no existen tratamientos específicos aprobados para esta variante. La mortalidad del virus Sudán puede oscilar entre el 41 % y el 100 %, lo que ha impulsado los esfuerzos para frenar la propagación del brote.
Pese a la recuperación de los pacientes, Uganda mantiene estrictas medidas de control y seguimiento epidemiológico para evitar nuevos contagios y asegurar la erradicación completa del virus.