«Dentro del vagón, tras el accidente, me quedé atrapado debajo de una montaña de cuerpos. Habría entre 10 y 15 personas. Muchas de ellas ya estaban muertas. Logré salir arrastrándome por el suelo. La gente gritaba. Había sangre por todos lados. Vi a un hombre al que le faltaba una mano. A otro una pierna. Y una mujer tenía media cara descuartizada».
Este es el testimonio de uno de los supervivientes de la peor catástrofe ferroviaria en India de las últimas tres décadas. Casi 300 personas han muerto. Pero el número sube cada hora porque hay más de 900 heridos después de un triple accidente entre dos trenes de pasajeros y otro de mercancías.
Ocurrió el viernes a las 19.00 horas ( las 15h de Guinea Ecuatorial) en el estado de Odisha, anclado en la bahía de Bengala, al este de India. Concretamente, el accidente tuvo lugar en un cruce de vías en el distrito de Balasore. Dos vagones del Howrah Express descarrilaron cerca de la estación, volcando a la vía contigua y chocando contra el Coromandel Express, que venía en dirección opuesta. Esto provocó que otros 17 vagones descarrilaran, estampándose a su vez contra un tren de mercancías.
Las imágenes de las televisiones locales mostraron los compartimentos de los trenes destrozados y decenas de cuerpos esparcidos por las vías. Los primeros testimonios de supervivientes, como el del hombre que quedó atrapado entre varios cuerpos, describían la sangrienta masacre que acababan de vivir.
«Nuestra principal prioridad ahora es rescatar a los pasajeros y brindar asistencia médica a los heridos», dijo Pradeep Jena, secretario en jefe del estado de Odisha, al atender a los medios el sábado por la mañana, cuando los rescatistas continuaban sacando supervivientes y cuerpos sin vida de los trenes.
Más de 200 ambulancias y 1.500 efectivos llegaron al lugar del accidente. En el operativo también participó una brigada de la Fuerza Aérea. Mientras, en los hospitales más cercanos, cientos de vecinos aguardaban largas colas para donar sangre. «En esta hora de dolor, mis pensamientos están con las familias en duelo. Todos estamos angustiados», manifestó el primer ministro Narendra Modi.
Las autoridades han asegurado que, después de que se hayan rescatado a todos los supervivientes y contabilizado el número final de víctimas, dedicarán todos sus esfuerzos en investigar las causas del accidente. «Se ha formado un comité de alto nivel para investigar al respecto», anunció Ashwini Vaishnav, ministro de Ferrocarriles de India.
Lamentablemente, estas tragedias ocurren asiduamente en un país que cuenta con la red ferroviaria más grande del mundo bajo una sola dirección, con alrededor de 64.000 kilómetros. Más de 12 millones de personas viajan en 14.000 trenes al día por toda India.
LOS ACCIDENTES FERROVIARIOS MÁS MORTALES
El Coramandel Express, involucrado en el choque del viernes, ya sufrió otro accidente, a unos 50 kilómetros del actual, hace justo 10 años. Para encontrar el peor desastre ferroviario hay que remontarse hasta 1981, cuando un tren de pasajeros abarrotado se salió de las vías y cayó a un río durante un ciclón en el estado de Bihar, matando al menos a 800 personas. En 1995, dos trenes chocaron cerca de la capital, Nueva Delhi, dejando 358 muertos.
Tres años después, fueron 212 las víctimas mortales en otro choque al norte de India. Unos meses más tarde, dos trenes que transportaban a más de 2.500 pasajeros chocaron en el estado de Assam. Hubo 290 fallecidos. Ya en este siglo, en 2002, el Howrah-Nueva Delhi Rajdhani Express, considerado el tren más rápido de India, descarriló dejando 140 muertos. En 2005, fue una repentina inundación la que arrasó un pequeño puente ferroviario, provocando el descarrilamiento de un tren. Murieron 114 personas.
La lista sigue en 2010 con dos trágicos accidentes: una explosión en un tren que iba destino a Bombay, con el posterior choque contra un convoy de mercancías, dejó 170 muertos. En Bengala Occidental, fueron 63 los que perdieron la vida en otra colisión. En 2012, 25 pasajeros murieron en otro accidente similar en Andhra Pradesh. Y en 2016, 150 fallecieron cuando el Indore-Patna Express descarriló cerca de Kanpur.