La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) considera «necesario» mantener la vigilancia, tanto de países productores de crudo, como de consumidores, para impulsar el consumo.
OPEP vigila con atención la situación epidemiológica de EEUU, Brasil, India y España, entre otros países, y teme que una segunda ola de contagios de coronavirus frene la gradual recuperación del mercado mundial de crudo que espera en los próximos meses.
En su informe mensual publicado ayer miércoles 12 de agosto, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) considera «necesario» mantener la vigilancia y los esfuerzos, tanto de países productores de crudo, como de consumidores, para impulsar el consumo energético y elevar el valor del barril.
Precios insatisfactorios
El nivel actual de los «petroprecios», si bien supera los 44 dólares, está lejos de ser satisfactorio para los productores.
«Han experimentado una excesiva volatilidad en 2020, tras la crisis sin precedentes de la demanda de petróleo en el primer semestre de 2020 causada por la pandemia de Covid-19», destaca la OPEP.
Recuerda así como en abril el petróleo intermedio de Texas (WTI) entró en terreno negativo, y el Brent se devaluó hasta menos de 20 dólares, un 70 % menos que a principios de año.
Los precios, que actualmente superan los 40 dólares/barril, «comenzaron a recuperarse gradualmente desde mayo», principalmente gracias al recorte de los suministros de la OPEP + (la OPEP, Rusia y otros aliados) por un volumen equivalente al 10 % de la oferta mundial de crudo, recuerda el informe.
Pero siguen lejos de los cerca de 70 dólares que llegaron a marcar en enero pasado, una situación que «apunta a la necesidad de seguir» limitando la oferta, por un lado, y estimulando el consumo energético, por el otro, opina la organización.
Mayor desplome de la demanda
El parón económico causado por las medidas para frenar la expansión del coronavirus ha sido en algunos países mayor de lo estimado hace un mes, razón por la cual la OPEP ve que su impacto en la demanda mundial de «oro negro» será aún peor de lo que esperaba en julio.
Así, el desplome del consumo será este año del 9.09 % -9.1 millones de barriles diarios (mbd) respecto a 2019, indica el documento, con lo que revisa en más de un punto porcentual (100.000 barriles diarios) la histórica caída.
Para 2021, la OPEP espera, en base a una mejora de la situación epidemiológica en el planeta, un incremento interanual de 7 mbd, hasta una media de 97.63 mbd.
Eso sí, estos pronósticos parten del escenario de que «el Covid-19 será contenido en gran medida a nivel mundial, sin mayores trastornos para la economía global», resalta la organización.
El temor a la segunda ola de Covid-19
«De cara al futuro, la evolución de los precios (…) seguirá viéndose afectada por la preocupación por una segunda oleada de infecciones y el aumento de las existencias (reservas de crudo almacenadas) mundiales», advierte.
«Es posible que las existencias de productos (derivados del crudo) sigan siendo elevadas debido a la escasa demanda de combustible para el transporte por carretera y aéreo», añaden.
La previsión de una constante mejora desde el bajón del consumo hasta 81.84 mbd en el pasado trimestre se presenta así ensombrecida por las tendencias al alza de las cifras de contagios en diversos países.
Mantener la vigilancia
Para la OPEP, «será necesario vigilar de cerca la última oleada de infecciones en Estados Unidos, ya que la continuación de esta tendencia puede dar lugar a una erosión de la confianza de los consumidores y del comportamiento en materia de gastos».
«Lo mismo cabe decir de los acontecimientos en India y Brasil», mientras que en Europa, si bien «se prevé que la situación de la COVID-19 siga mejorando (…), algunos países de la zona del euro, en particular España, se enfrentan de nuevo a considerables desafíos», destacan los expertos de la organización.
Cautelosa esperanza
En general, el informe refleja una mezcla de factores, unos esperanzadores para la golpeada industria del sector, y otros más pesimistas.
Destaca que han disminuido los «almacenamientos flotantes» de crudo, es decir, los que se habían acumulado en buques ante la falta de capacidad de los inventarios tradicionales.
Por otro lado, «el comercio mundial de crudo y productos sigue siendo poco dinámico en comparación con los niveles de hace un año», comenta la OPEP, y recuerda que en junio, «las importaciones de crudo de Japón alcanzaron su nivel más bajo en más de un decenio”. Los expertos de la CEMAC.