Este miércoles, día 26 de febrero, en el Palacio del Pueblo de Malabo, se llevó a cabo una reunión encabezada por el vicepresidente de la República, Teodoro Nguema Obiang Mangue, y que contó con la participación del primer ministro del Gobierno Manuel Osa Nsue Nsua y varios ministros, además de la empresa supervisora y otras instituciones implicadas.
El encuentro tuvo como objetivo abordar las irregularidades detectadas en el proyecto de construcción de la central hidroeléctrica de Sendje y exigir una explicación clara sobre los 30 millones de euros que la firma ejecutora reclama al país.
El Gobierno de Guinea Ecuatorial sigue pidiendo detalles precisos sobre los conceptos que justifican esta deuda, que inicialmente ascendía a 100 millones de euros y que posteriormente fue reducida a 30 millones sin una explicación convincente. Durante la reunión, Nguema Obiang Mangue reiteró la necesidad de obtener respuestas claras antes de validar cualquier desembolso adicional.
La empresa Afrik, responsable de la supervisión de la obra, ya había solicitado hace un año información sobre los estándares de calidad del proyecto. Su inspección reveló siete no conformidades aún no resueltas: cuatro relacionadas con la estructura de la presa, dos con los equipos tecnológicos y una con el impacto medioambiental.
Según el Ejecutivo, estas deficiencias podrían comprometer la calidad y el correcto funcionamiento de la central hidroeléctrica, lo que hace imprescindible una revisión técnica antes de proceder con más pagos.
A pesar de las reiteradas peticiones del Gobierno, Douglas Alliance aún no ha entregado la documentación requerida ni ha proporcionado explicaciones sobre las irregularidades identificadas en la obra. Ante esta falta de transparencia, el vicepresidente ha instruido a los miembros del Gobierno y a la empresa supervisora reanudar las negociaciones con la firma ejecutora para esclarecer todas las dudas y llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes.
El proyecto de construcción de la central hidroeléctrica de Sendje se inició en 2011 y debía haber sido entregado en 2016. Sin embargo, pese a que el Gobierno ya ha pagado casi el coste total de la obra, el nivel de ejecución física solo alcanza el 55%.
En un momento en el que Guinea Ecuatorial está suscribiendo nuevos compromisos subregionales en materia de energía eléctrica, el vicepresidente ha subrayado la importancia de finalizar esta obra cuanto antes. Para el Ejecutivo de Malabo, garantizar un suministro energético estable y fiable es clave para el desarrollo del país y su integración en el mercado energético de la región.