El primer ministro del Gobierno de unidad de Libia, Fayez Serraj, ha expresado este miércoles su disposición a traspasar el poder a un nuevo órgano ejecutivo «antes de finales de octubre», según ha informado la cadena de televisión libia 218TV.
Serraj ha manifestado en un discurso su «sincero deseo» de entregar el poder y ha resaltado que espera que los comités de diálogo concluyan sus trabajos y elijan a un nuevo Consejo Presidencial y un primer ministro que asuma sus funciones.
«El clima político atraviesa una grave polarización y ha hecho que todos los intentos para resolver la crisis sean extremadamente difíciles», ha señalado, antes de hay partes «intransigentes» que siguen «apostando por la vía de la guerra».
Serraj está al frente del Gobierno libio reconocido por la comunidad internacional y en las últimas semanas ha sido objeto de una creciente presión debido a las protestas contra la corrupción y la falta de servicios básicos que se han registrado en la capital, Trípoli.
Las manifestaciones de los últimos días, que se han sucedido igualmente en el este de Libia, provocaron el domingo la dimisión del primer ministro de las autoridades asentadas en el este del país, Abdulá al Zani, si bien el Ejecutivo permanece en funciones hasta que el Parlamento se pronuncie sobre su decisión.
Con ayuda de Turquía, el primer ministro, cuyo Gobierno controla solo algunas partes del oeste de Libia, consiguió el pasado junio repeler la ofensiva del general Jalifa Haftar, el ‘hombre fuerte’ de las autoridades afincadas en el este, para hacerse con Trípoli.
Con su dimisión, Serraj aliviaría parte de la presión en su contra y allanaría el camino para su salida tras las conversaciones de Ginebra, según dos fuentes citadas por Bloomberg que han hablado bajo condición de anonimato.
Las autoridades de Trípoli y las del este de Libia deberían pactar una nueva estructura de consejo presidencial que unifique a las dos administraciones enfrentadas y convoque elecciones para intentar poner fin al conflicto en el país africano.
El propio Haftar ha ido cediendo cada vez más espacio político a Aguila Salé, el presidente del Parlamento del este, quien ha propuesto una iniciativa política para unificar las instituciones del país y actualmente encabeza las conversaciones políticas de las autoridades del este, según diplomáticos occidentales y árabes.
La duplicidad institucional se retrotrae a las elecciones parlamentarias de 2014, que dividieron las administraciones, sin que las asentadas en el este –anteriormente reconocidas por la comunidad internacional– y el Gobierno de unidad, surgido de un acuerdo en 2015, consiguieran pactar su unificación desde entonces.