Este lunes 17 de julio, la República de Guinea Ecuatorial ha presentado una solicitud ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, Países Bajos, para reclamar la propiedad de su edificio ubicado en 42, avenida Foch en el distrito 16 de París, sede de su embajada en Francia, con base a los acuerdos sobre la protección recíproca de las inversiones, firmados en 1982.
Desde el inicio de este caso que contamina las relaciones entre París y Malabo, las autoridades ecuatoguineanas han hecho lo necesario para encontrar un acuerdo amistoso con Francia. La preocupación de Guinea Ecuatorial, a pesar de las contorsiones y el bloqueo de ciertos círculos empresariales políticos, diplomáticos y jurídicos, que miran esta propiedad ubicada en uno de los barrios más destacados de la capital francesa, sigue siendo la de preservar sus relaciones con Francia, aseguran las autoridades ecuatoguineanas.
En Libreville, Gabón, durante el Foro de Protección del Bosque, una vez más, el Presidente Obiang Nguema Mbasogo tuvo la oportunidad de reunirse con su homólogo francés, le propuso vías y medios apropiados para la solución de este espinoso problema que pesa mucho sobre las relaciones entre los dos países. Incluso se transmitió una carta del presidente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo al presidente Macron, según fuentes cercanas.
Mediante la presentación de su memoria este lunes 17 de julio de 2023 en el CIJ en La Haya, Guinea Ecuatorial ha presentado sus argumentos para recuperar su edificio, indicando que Francia no tiene derecho de apoderarse del edificio propiedad de Guinea Ecuatorial.
La primera solicitud de Guinea Ecuatorial a la CIJ se refería a la protección de la inmunidad diplomática del edificio de 42 avenue Foch en París, que alberga su representación diplomática, pero Francia había hecho saber a la CIJ su negativa a considerar el edificio de 42 avenue Foch, como “la sede de la misión diplomática de la República de Guinea Ecuatorial”.
Desde el 2011, este edificio alberga toda la misión diplomática de Guinea Ecuatorial, pero Francia se niega a reconocerlo como tal y rechaza el estatus legal del edificio como “sede de la misión diplomática de la Guinea Ecuatorial” y “propiedad de Guinea Ecuatorial”.
Cabe recordar que la Convención de Viena el 18 de abril de 1961 impone el reconocimiento como tal de las sedes diplomáticas en terceros Estados, así como la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Transnacional Organizada de 15 de noviembre de 2000.