Los líderes de la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC), celebran este sábado a partir de las 11.00 una reunión de emergencia ante la grave situación en República Centroafricana, donde una coalición de grupos armados avanza hacia la capital a menos de 24 horas de las elecciones, con la promesa de derribar al Gobierno del presidente, Faustin Archange-Touadéra.
Los tres cascos azules fallecidos en las últimas horas en un ataque armado han formado parte del último episodio de un camino a las elecciones marcado por la violencia.
Este mismo viernes la Coalición de los Patriotas para el Cambio (CPC), formada por seis grupos armados rebeldes entre los que hay antiguos Séleka y ‘antibalaka’, anunciaron el fin del ‘alto el fuego’ declarado esta semnana y la reanudación de una marcha para tomar la capital, Bangui, tras la negativa del Gobierno al aplazamiento de las elecciones.
El Gobierno ha tildado de «intento de golpe de Estado» esta unión y ha acusado de estar detrás de ella al expresidente François Bozizé, cuya candidatura a los comicios rechazó la Justicia del país al pesar varios cargos y sanciones internacionales contra su figura. Bozizé ha negado las acusaciones.
El encuentro de este domingo, que estará encabezado por el presidente de la CEEAC, el presidente de República Democrática del Congo Denis Sassou N’guesso, tendrá como objetivo «instar a todas las partes interesadas a priorizar el diálogo y evitar cualquier derramamiento de sangre, en el mejor interés del pueblo centroafricano», según un comunicado recogido por el portal de noticias Le Tsunami.
«El actual presidente de la CEEAC llama la atención de la comunidad internacional, en particular la de los socios internacionales de la República Centroafricana, sobre la necesidad de resolver la crisis que atraviesa este país con respeto a su soberanía e integridad territorial», añade la nota, donde manifiesta su «profunda preocupación» por la evolución del conflicto.
Con todo, el N’guesso ha reafirmado «su firme compromiso con el proceso electoral» en RCA, de acuerdo con la nota.
Ante el incremento de la violencia, Naciones Unidas anunció que ha aumentado en dos compañías de infantería y dos helicópteros la dotación de la misión en el país, la MINUSCA, mientras que Rusia ha enviado 300 instructores militares.
El jefe de la MINUSCA, Mankeur Ndiaye, ha acogido «con beneplácito» los refuerzos, que suman 300 efectivos, y ha condenado la alianza rebelde a la que pide detener los ataques «destinados a impedir que los votantes acudan a las urnas».