Como resultado de común acuerdo con el Papa Francisco y con el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, «no habrá bendiciones para parejas homosexuales en las iglesias africanas» para no «exponerse a escándalos».
Fuentes conocedoras de lo ocurrido, aseguran que el Papa Francisco ha apreciado la actitud constructiva del purpurado africano, que en nombre de las conferencias episcopales africanas ha solicitado explicaciones a Roma de un modo no polémico.
Ambongo -presidente del SECAM, organismo que agrupa a los episcopados africanos y miembro del C9, el consejo de cardenales que asesora al Papa- ha recopilado las perplejidades suscitadas por la decisión del Vaticano y las ha transmitido a Roma.
Rechazan hacerlo «pues causaría confusión y estaría en directa contradicción con el ethos cultural de nuestras comunidades»
Tras el diálogo, ha publicado un largo comunicado dirigido a la Iglesia católica en África que comienza subrayando que «las personas con tendencia homosexual deben ser tratadas con respeto y dignidad, recordándoles que las uniones de personas del mismo sexo son contrarias a la voluntad de Dios, y por eso no pueden ser bendecidas por la Iglesia».
A continuación, recuerda que, aunque «cada obispo es libre en su diócesis», «las conferencias episcopales africanas generalmente prefieren no ofrecer bendiciones a parejas formadas por personas del mismo sexo», pues les preocupa la «potencial confusión y escándalo dentro de la Iglesia».
Justifica esta decisión tanto por pasajes de la Biblia que condenan los actos homosexuales, como porque «el contexto cultural en África, profundamente arraigado en los valores de la ley natural sobre matrimonio y familia, complica ulteriormente la aceptación de uniones de personas del mismo sexo, pues son vistas como contradictorias con las normas culturales e intrínsecamente corruptas».
«Como obispos, no consideramos apropiado bendecir en nuestro contexto a parejas del mismo sexo, pues causaría confusión y estaría en directa contradicción con el ethos cultural de nuestras comunidades», escribe el cardenal Ambongo. Añade además que «el lenguaje de la declaración vaticana es muy sutil para las personas sencillas, y es muy difícil convencerse de que las personas del mismo sexo que viven una unión estable no están solicitando que se legitime su situación». «Nosotros insistimos en la llamada a la conversión de todos», proclama.
El texto rebaja el tono de la declaración vaticana, pues subraya que ésta «ofrece la posibilidad de estas bendiciones, pero no las impone». También menciona la «adhesión inquebrantable» de los católicos africanos al Papa y la oposición de Francisco a la «colonización cultural de África».
Aprobación de obispos en Portugal y Francia
También esta semana los obispos portugueses se pronunciaron sobre la declaración vaticana. Su consejo permanente reunido en Fátima destacó que ‘Fiducia supplicans’ «no altera la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio». Además, el comunicado subraya «la acogida de todos en la Iglesia y expresa la plena comunión de los obispos portugueses con el Santo Padre».
En la misma línea, el consejo permanente de los obispos franceses considera «esta declaración como un estímulo para que los pastores bendigan generosamente a quienes acuden a ellos pidiendo humildemente la ayuda de Dios».
Añaden que la decisión de impartir la bendición fuera de la liturgia a parejas irregulares y de personas homosexuales «nos recuerda que quienes no viven en una situación que les permita comprometerse con el sacramento del matrimonio no están excluidos ni del amor de Dios ni de su Iglesia».
