El Tribunal Penal de París ha dictado sentencia contra Eugène Rwamucyo, de 65 años, condenándolo a 27 años de prisión por complicidad con el genocidio y crímenes contra la humanidad en Ruanda.
Rwamucyo fue arrestado en Francia en 2010 tras una orden de captura internacional emitida por Ruanda. Durante el juicio, el tribunal lo absolvió de los cargos de genocidio, pero reconoció su participación en actividades relacionadas con el entierro de miles de cadáveres en fosas comunes, un hecho que contribuyó a ocultar la magnitud de los crímenes cometidos.
A lo largo del proceso judicial, testimonios de supervivientes revelaron que Rwamucyo había mezclado indiscriminadamente a muertos y heridos en su labor de disposición de los cadáveres, una práctica que la abogada de las partes civiles describió como un tratamiento despectivo hacia las víctimas.
A pesar de sus intentos de defender su inocencia, el tribunal determinó que su participación, aunque no directa en los asesinatos, fue esencial para facilitar la ocultación de los crímenes.
El genocidio de Ruanda, que tuvo lugar durante tres meses en 1994, dejó un saldo trágico de aproximadamente 800.000 víctimas, principalmente tutsis y hutus moderados. A día de hoy, continúan descubriéndose fosas comunes a medida que se obtiene nueva información de condenados que han cumplido sus penas.