Igor Kirillov, jefe de las Fuerzas de Defensa Nuclear, Biológica y Química (NBQ) de Rusia salía de un bloque de viviendas a primera hora del martes cuando un artefacto oculto en un scooter (o patinete) eléctrico explotó a su paso.
Las imágenes del lugar de los hechos muestran la entrada de un edificio gravemente dañada, con marcas de quemaduras en las paredes y varias ventanas reventadas. También podían verse dos bolsas con cadáveres en la calle, el de Kirillov y el de su asistente.
La explosión tuvo lugar en el sudeste de la capital rusa, a unos 6,5 kilómetros del Kremlin y se están llevando a cabo diligencias de investigación y actividades operativas de búsqueda destinadas a establecer todas las circunstancias del crimen.
Una vecina que escuchó la explosión relató que en un principio pensó que podía ser el ruido de una obra, « pero la explosión fue tan fuerte que no parecía una obra de construcción. Daba mucho miedo ».
Kirillov desempeñó diferentes funciones en el ejército ruso relacionadas con materiales peligrosos, incluida la Dirección del Jefe de las Tropas de Defensa contra la Radiación, Química y Biológica.