La publicación en las redes sociales de imágenes de menores que hieren la sensibilidad de las personas ha vuelto moneda corriente en Guinea Ecuatorial.
El uso inadecuado de las redes sociales no solamente por parte de ciertos ciudadanos, sino de forma particular de parte de profesionales de ciertos sectores es una situación que apela mucho a la reflexión y que se espera que se regule de una vez por todas con el texto legislativo sobre el uso de las redes sociales que fue presentado semanas atrás a la Primera Ministra del Gobierno, Encargada de la Coordinación Administrativa Manuela Roka Botey en Djibloho.
Mientras tanto, los ciudadanos siguen publicando contenidos inadecuados e incluso bulos que pueden mermar la imagen de una persona o de una empresa. Lo más lamentable es cuando fotos sensibles de un menor inocente están siendo objeto de publicación de informaciones, sean bulos o verdades.
Uno de los últimos casos que ha recorrido las redes sociales como pólvora es el caso de un menor de apenas un año de vida cuyas fotos íntimas se hicieron virales acompañados de mensajes no verificados de una persona que aseguraba que el niño fue violado y con toda la desfachatez del mundo publicó fotos de las partes íntimas del menor. Además, otros publicaron la foto de un señor que decían que era el autor de esta supuesta violación que habría provocado la muerte del niño. Nada de eso fue verificado ni confirmado, pero más tarde empezó a circular otro audio de una señora que desmentía esta versión de la violación y que aseguraba que el niño estaba enfermo de lo que los fangs llaman « Choga » y eso fue lo que mató al niño. En el mismo audio, la señora señalaba a las enfermeras como las responsables de haber difundido estas imágenes del niño y que el padre del mismo era su familiar y que tomarán acciones legales contra estas enfermeras.
Sea cual sea la verdad en esta historia, lo que es cierto es que todo eso se hizo viral en WhatsApp y más tarde en Instagram y otras redes sociales. Ha habido todo tipo de especulaciones, se ha publicado fotos de partes íntimas de un menor y éso es lo que deja mucho que pensar.
Ya se ha vuelto habitual violar los derechos humanos en las redes sociales, y sobre todo los de los niños menores. Este caso viene a sumarse a los tantos que se hacen viral cada momento donde muchas veces nos olvidamos del lado humano cuando lanzamos informaciones iguales.
Incluso también la publicación de fotos de cadáveres abandonados en los hospitales se suma a estas prácticas sobre el uso inadecuado de las redes sociales. En el lugar de convocar a las autoridades o a la prensa nacional para publicar las informaciones en los formatos adecuados y con las censuras idóneas, se opta por lanzar los contenidos por redes sociales como sea..
Se sigue llamando a toda la población en general al uso responsable de las redes sociales y erradicar las malas prácticas que están poniendo de relieve presuntas violaciones de los derechos humanos, sobre todo de los niños, los cuales deben ser protegidos.