En la jornada de este pasado viernes, 2 de agosto, se ha celebrado en la Basílica de la Inmaculada Concepción de Mongomo la misa de los actos conmemorativos del 45 aniversario del 3 de Agosto, Día del Golpe de la Libertad.
Una misa que ha oficiado el obispo de la diócesis de Mongomo y presidente de la Conferencia Episcopal de Guinea Ecuatorial, monseñor Juan Domingo Beka Esono Ayang, asistido por varios ministros de culto, y en la que ha participado el Presidente de la República Obiang Nguema Mbasogo, la Primera Dama de la Nación, el Vicepresidente de la República Teodoro Nguema Obiang Mangué y otras altas personalidades políticas y militares del país, entre otros.
Durante la homilía, el monseñor Beka ha considerado el 3 de Agosto de 1979 como fruto de la providencia divina, dado que, según él, Dios en su misericordia había previsto devolver la dignidad que le había sido arrebatada violentamente al pueblo ecuatoguineano. Este día sirve también de ocasión para que el cuerpo castrense en la perspectiva de renovar su compromiso con la sagrada misión de velar por la seguridad de la población sin extorsionar sus bienes.
Siguiendo con su homilía, el ministro del Altar describió el significado y valor de esta fecha memorable, afirmando que el 3 de agosto significó un nuevo amanecer para todos los ecuatoguineanos, ya que fue a partir de esta fecha cuando comenzó a tomar forma la iniciativa de un proyecto de sociedad a través de la atención básica en sectores claves como la educación, la sanidad y la atención a las personas desfavorecidas, con el objetivo de fomentar un cambio positivo.
En otra parte de su sermón, ha señalado que cada vez que el creyente apuesta por el mal y no contribuye al bien común, no esta colaborando a favor del proyecto de una Guinea mejor. La Iglesia cree que la vocación al servicio militar puede ser el mejor ejemplo que se puede dar a la sociedad, porque los valores que se inculcan en la formación militar demuestran claramente que ser militar no guarda relación con enriquecerse o atentar contra los derechos y libertades de la población.
El obispo recomendó a los fieles que luchen por defender el proyecto de una Guinea mejor, aportando ideas que contribuyan al bienestar del pueblo. La situación de inseguridad en el mundo también fue planteada durante esta misa solemne.