Fuego controlado desde ayer. El día después se presenta diferente a los demás días antes del incendio. Se respira un poco de calma dentro de la desesperación de los damnificados. El terrible incendio que ayer atemorizó a la comunidad de vecinos de Timbabé de Malabo ha dejado un escenario melancólico.
A últimas horas de la jornada de aye lunes corrió la voz de que el fuego estaba amenazando una zona de la ciudad capital de Guinea Ecuatorial, Malabo, ya que la impresionante columna de humo podía verse desde varios rincones de la ciudad.
Este suceso ha cobrado la vida de un ciudadano nigeriano, además de dejar a unas 30 familias sin hogar y varios negocios quemados. Algunos vecinos pudieron salvar algunas pertenencias, pero la lo perdido es enorme. Incluso el fuego ha alcanzado la iglesia católica de la zona San Miguel Arcángel.
Pese a los esfuerzos de los bomberos no se pudo tener controlada la situación rápidamente por la magnitud del fuego, pero gracias a la colaboración de la comunidad se pudo lograr apagar el fuego horas después.
Este martes, el alcalde de Malabo Quintiliano ha llegado a la zona para conocer in situ lo que pasó, después de que otras autoridades encabezadas por Vicepresidente de la República Teodoro Nguema Obiang y el ministro de Estado de Seguridad Nacional Nicolás Obama Nchama llegaran urgentemente en la zona ayer.
La explosión de un camión cisterna es la principal causa de esta desgracia. El fuego se habría propagado con rapidez tras alcanzar un taller donde se comercializaba combustible de manera clandestina.
Afortunadamente, el incendio no cruzó la carretera, por lo que un solo lado se vio perjudicado hasta la carretera principal, dejando el fuego en cenizas todo lo que se encontraba a su paso.