La empresa pública SEGESA está en el ojo del huracán. La administración de la misma se encuentra por los suelos desde hace un buen tiempo que ni siquiera es capaz en este momento de pagar la nómina de sus empleados.
Se trata de una situación catastrófica en la que la firma es incapaz en este momento de rentabilizar las infraestructuras eléctricas puestas a su disposición por el Estado.
En la jornada del 18 de mayo, se ha producido una reunión entre los responsables que pilotan esta firma con el Vicepresidente de la República, quien, entre otras cuestiones, ha querido saber de primera mano quiénes deben pagar el fluido eléctrico y quiénes no, conocer los ingresos que genera la firma, el número de kilovatios que comercializa realmente la firma y los ingresos obtenidos.
Muchas de estas cuestiones no han sido respondidas por los rectores de SEGESA, una situación que ha provocado el enfado del miembro del Ejecutivo de Malabo quien confesó que se va a tener que tomar decisiones serias para mejorar esta situación.
Como se es sabido por todos, SEGESA es una de las entidades que recibe una buena cuantía millonaria anualmente para la implementación de infraestructuras eléctricas, pero lamentablemente algunas las instalaciones eléctricas como las subestaciones, así como la Central Hidroeléctrica de Djibloho están tendiendo dificultades por falta de mantenimiento o por algún otro problema que no se sabe quién realmente debe hacer frente a estas cuestiones.
A la reunión celebrada en el Palacio del Pueblo de Malabo, también asistieron los titulares de las carteras de Hacienda y Presupuestos, Obras Públicas, Viviendas y Urbanismo, el presidente de Geproyectos y los directores de Holding y SEGESA, a quienes se ha ordenado la composición de una comisión multisectorial para realizar un censo, cuyo propósito final es regularizar el sistema energético nacional.