El periodista y director del periódico Mofueñ, Germán Esono Meñana ya ha sido puesto en libertad en la tarde de este miércoles (15:00), después de ser recluido en las dependencias de la Gendarmería Nacional de Bata acusado acusado de una supuesta difamación contra Jesús Woro Eworo (Bubuto), vendedor ambulante de productos congelados.
«Germán ya ha salido de la cárcel», escribió un amigo del profesional detenido en uno de los grupos de las redes sociales que aglutina a la mayor parte de los periodistas nacionales.
Cuestionado por la condición en la que ha sido liberado el director del periódico Mofueñ este ha señalado que Esono Meñana ha sido absuelto sin cargos «e incluso le han indemnizado con 30.000 XAF por la noche que ha pasado en la carcel», asegura.
Esto sí, le han obligado a Germán «hacer otro artículo y desmentir lo que había publicado antes y que sólo diga que se estaban comercializando productos caducados supuestamente de Santy», informa.
Tal y como les informabamos antes esta mañana, según apunta el circulo del periodista, Esono Meñana de paso por el cruce del barrio Zona de Bata se topó con el comerciante archiconocido como ‘Bubuto’ vendiendo supuestamente productos caducados, que podrían ser aquellos que fueron desechados en el caso Comercial Santy, a unos precios muy bajos a plena luz del día en las calles de Bata. Germán, al ser un informador, le llamó la atención que el señor vendiera una caja de comida a 8000 XAF, otras a 12000 XAF cuando dichas cajas cuestan normalmente mucho más, algo que alarmó al periodista e hizo algunas fotos, pero no las publicó en su medio.
Después, el hecho fue publicado en las redes, por lo que el vendedor ambulante se habría acercado a su amigo Teniente Coronel de la Gendarmería Nacional para informarle sobre este hecho, quien a su vez convocó al periodista, pero éste se negó a comparecer por carecer de una citación oficial, afirman fuentes familiares del periodista.
Más tarde, la Gendarmería envió una citación formal a la Delegación del Ministerio de Información, Prensa y Radio en Bata y fue el Delegado quien informó al periodista que tenía que comparecer en la Gendarmería.
Lo raro de esta historia es que el periodista al llegar a la Gendarmería, como se lo pedían, no volvió a a salir y ha tenido que pasar algo más de 24 horas recluido en estas dependencias de la Gendarmería de Bata donde finalmente ha sido absuelto gracias en gran parte al revuelo causado por los medios de comunicaciones.