InicioDeportesSalomón Obama: “En mi cabeza siempre está jugar en las grandes ligas”

Salomón Obama: “En mi cabeza siempre está jugar en las grandes ligas”

El internacional ecuatoguineano ha concedido una exclusiva al periódico español Marca tras finalizar la temporada en Chipre donde ha ascendido a Primera División con su equipo Ethnikos Achnas. Ha hablado de su dura salida del Atlético de Madrid.

Revista Real EG
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El internacional ecuatoguineano Salomón Obama ha concedido una exclusiva al periódico español Marca donde ha abordado diferentes temas relacionados con su carrera deportiva, aspectos familiares, entre otros. También ha hablado sobre lo duro que fue dejar el Atlético de Madrid.

El ecuatoguineano milita ahora en las filas del equipo Ethnikos Achnas de Chipre que ha conseguido ascender a Primera División al término de la temporada. No sabe a ciencia cierta si seguirá en este club, pero ha asegurado que le gustaría seguir. También ha hablado un poco de la selección Nzalang Nacional de Guinea Ecuatorial.

A continuación reproducimos la entrevista realizada por Maraca a Salomón Obama:

P: Enhorabuena por el ascenso. ¿Cómo ha sido el año en Chipre?

R: Al principio me costó mucho, llegué con una persona que ya me conocía, eso fue muy importante, porque no sabía hablar el idioma, no conocía a los compañeros, y hablaba conmigo en español. Había un chaval allí chipriota que había jugado en España, en Leganés, y me ayudó también bastante porque hablaba en español y con él me pude comunicar un poco. La adaptación fue yendo más o menos, la verdad que al final me acoplé bien y he estado muy feliz.

P. Y has terminado jugando.

R. Al principio fue un cambio porque al entrenador que me llevó (Ramón Marcote), a las dos semanas de empezar la liga lo cambiaron. Vino uno bosnio (Vule Trivunovic) y me costó más con él. Al final decidieron fichar a un chipriota de entrenador (Pambos Christodoulou). Me dio mucha confianza, hablaba conmigo mucho, que eso es importante para un jugador, y terminé jugando bastante.

P. ¿Cómo es el nivel de la liga chipriota?

R. En segunda división, donde he jugado yo, diría que como aquí la Primera RFEF. Creo que ese es el nivel, más o menos.

P. ¿Por qué te decidiste por Chipre?

R. Porque venía jugando en ligas muy lejanas como Armenia. Fui a Andorra, vine a jugar aquí a mi ciudad, en Móstoles… No me fueron bien las cosas aquí y tuve la oportunidad de ir con un entrenador que ya estuvo en el Atleti conmigo, me dio esa confianza y dije “por qué no”. Me dijo “ese equipo ha bajado de Primera División y es muy buena oportunidad para ti para seguir creciendo, ya que estoy viendo que no sabes muy bien qué hacer y que te están yendo un poco mal las cosas. Te voy a devolver la confianza”. Y dije por qué no, puede ser mi año y voy a confiar en que puede salir algo interesante, voy a aprovecharlo.

P. Muchos no te ven desde los torneos de alevines. ¿Qué tipo de futbolista es ahora Salomón Obama?

R. La verdad es que sigo siendo el mismo. He aprendido más cosas futbolísticas, pienso más. Cuando jugaba los torneos estos que comentas, era como un correcalles, te pasaban el balón y yo podía irme de dos o tres. Ahora es más de pensar, de saber posicionarse en el campo, de jugar con los compañeros, asociarte. Salomón Obama ahora mismo tiene más fútbol en la cabeza, piensa más, sabe posicionarse en el campo y sabe ayudar a sus compañeros. Tiempo atrás jugaba más de delantero, pero ahora juego de extremo. Cualquier posición de esas me gusta.

P. ¿Cómo fue tu salida del Atlético?

R. Fue muy dura. La verdad es que fue muy dura y a la vez también bonita. Llevaba muchas temporadas allí y estaba muy feliz, pero llevaba un año sin jugar, las cosas no iban bien en el segundo equipo. Y es cuando me llama mi entrenador, Óscar Fernández, que me ayudó mucho de juvenil, me subió al segundo equipo cuando yo era todavía juvenil. Es cuando me dice que ha fichado a un nuevo delantero, que quieren ascender y le dije “¿pero seguirás contando conmigo?”, y me dijo “la verdad es que no voy a contar mucho contigo, así que prefiero que hables con tu representante y busques algo nuevo”. Me puse muy triste, fui a hablar con mi familia, con la gente de mi alrededor, con mi chica. Y nada, decidimos salir al Celta, que me acuerdo que vino el director deportivo al Metropolitano, estuve llorando un buen rato con mi madre y con mi padre… pero bueno, hay que seguir adelante y buscar el bien para ti siempre.

P. ¿Fue difícil asumirlo?

R. La verdad es que sí, tantos años ahí, tantos amigos, tanta gente con confianza… quieras o no, te llega. Fue muy duro, pero ahora pensándolo bien fue algo bueno también, porque mira, no sabía que podía jugar en primera división, es a lo que aspiraba siempre y ya he tenido la suerte de que al final puedo jugar en primera división.

P. En los torneos de alevines, había gente que dudaba de vuestra fecha de nacimiento

R. Es un tema muy interesante. De hecho, me acuerdo de un torneo, creo que en Arousa, que Santi Expósito (entrenador), que estaba conmigo en alevín, me llamó. Él había tenido a chicos negros también grandes. A mí me llegaba mucho con mi hermano, después no, pero antes sí, cuando empezamos, que si no tenía esos años, que si tal… Me llamó y me fui a una habitación de hotel y me dijo “olvídate de lo que dice la gente, que si no tienes la edad… Tú dedícate a jugar tu fútbol, eso es lo importante para ti. Si llegas a hacer caso a la gente que dice que no tienes la edad, o que eres más grande o más físico, en el campo no vas a rendir”. Me habló así, de hecho yo estaba llorando, porque jugar así es mucha presión. Que te digan que no tienes la edad, que eres más grande, que tienes más físico. Él me ayudó en ese momento y también hablé mucho en ese tiempo con mis padres. A medida que iba pasando el tiempo e iba a los estadios, cada vez más me iba dando igual. Se pasó duro, pero bueno.

P. Llegaban a silbar a niños de 11 o 12 años… ¿Cómo os lo tomabais tu familia y tú?

R. La verdad es que fue muy duro. Cuando tú llegabas al campo y te silbaba la gente, te silbaban los padres dolía un poquito… no dolía un poquito, dolía mucho. Cuando terminaba de jugar los partidos, iba con mi hermano, hablábamos él y yo que teníamos que quitarnos eso de la cabeza. Que nos silben no es normal, pero teníamos que aguantarlo y crecer. Si nos poníamos a pensar lo que decía la gente o en que silbaban, y encima jugando, no estaríamos concentrados en el partido. Tuvimos que hablar mucho con mis padres para que nos ayudaran en eso y para que nos pusiesen la cabeza fría. Para no estar pensando que estábamos jugando a fútbol y que te estaban silbando y estar prestando atención a lo que te están diciendo en la grada. Fue muy duro, pero lo supimos llevar al final.

P. Es duro lo que cuentas

R. Mi hermano y yo llegábamos a casa y, yo creo que es normal, llorábamos. Pero bueno, nos ayudaron mucho mis padres. Es muy duro, la verdad, espero que no le siga pasando a más gente, aunque sigue pasando. Al fin y al cabo lo supimos superar, lo supimos llevar bien y hasta hoy en día que ya somos más grandes y a veces pensamos en esas cosas.

P. Pese a ganar dos torneos nacionales y uno internacional, y siempre ser máximo goleador, nunca te nombraron MVP.

R. Sí, siempre era máximo goleador en esos torneos. Tuve uno en el MIC, en Girona, que sí me nombraron mejor jugador. Pero en Arona, en Tenerife, la verdad es que no, siempre me dieron el máximo goleador.

P. ¿Crees que había incluso cierto racismo en esa decisión?

R. No creo, porque hubo más jugadores negros que lo ganaron. Me acuerdo de uno que se llamaba Alexis que jugaba en el Barcelona, ganó mejor jugador. No quiero pensar que sea cosa de racismo. Me quedo con que fui el máximo goleador y otro fue mejor jugador.

P. ¿Se exageraron las expectativas con vosotros?

R. Yo creo más bien que era mucha presión a esas edades decir que si la promesa, el nuevo… Decían muchas cosas pero claro, quisieras o no, aunque quisieras pasar de esas cosas era imposible. Llegabas a casa, mis amigos “hostia, Salomón”, llegabas a clase, los profes, todos… Claro, te metían en la cabeza “hostia, puede ser”. Era mucha presión, mucha presión a esas edades.

P. Difícil de gestionar para un niño.

R. Para un niño y también para gente más grande. Pero más con 11-12 años que teníamos, que dijeran “la futura promesa”. Y en casa, nuestros padres nos decían que había que tener los pies en el suelo, tener la cabeza fría, que no habéis hecho nada todavía, olvidaos de lo que dice la gente. Que está bien que se diga, pero olvidaos de lo que se diga, hay que concentrarse y seguir jugando como estáis jugando.

P. ¿El fútbol profesional es como te lo esperabas?

R. La verdad es que no. Fíjate que no. Cuando me convoca el Cholo para un amistoso contra el Leganés y contra el Getafe en pretemporada, estuve calentando. Llegué a pensar “si debuto hoy, cómo va a estar mi familia, cómo va a estar la gente de mi país que me estará viendo, cómo van a estar mis amigos, mis compañeros”. Yo me imaginaba mi carrera deportiva como profesional del Atleti, que iba a llegar al primer equipo, es lo que tenía en la cabeza desde que empecé a jugar ahí. Pero al no ser así también me di cuenta de que podía buscar cosas fuera, otro equipo. Y cuando me fui del Atleti, dije “ahora qué va a pasar conmigo, cómo voy a seguir progresando en el fútbol profesional”. De hecho me costó muchísimo, muchísimo. Tuve que ir al Celta, me cedieron al Mérida, no jugué en el Mérida. Luego tuve que ir a Dubái y también tuve problemas ahí. Muchos caminos y empecé a pensar “dejé el Atlético y todo me está yendo mal, no estoy encontrando mi sitio otra vez. No me estoy sintiendo importante como yo me sentía”. Y hasta que me llamó Bruno (su representante), fue clave, me ayudó. Cuando tuve problemas en Dubái me ayudó muchísimo. Estaba con mi novia allí, nos ayudó muchísimo, nos sacó de ahí, me llevó a Armenia, a Móstoles, a Andorra. Y ahora a Chipre. Tengo que agradecerle mucho porque en mi vida profesional me ha ayudado bastante. Yo ya estaba en una época no de dejarlo, porque nunca he pensado en dejarlo, pero ya estaba pensando que no estaba sintiéndome importante como lo era en el Atleti, iba a los equipos y no jugaba, no me sentía importante. Ahora estoy enfocado mucho más, en Chipre recuperé esa confianza y ahora quiero seguir.

P. Tienes sólo 23 años

R. Soy muy joven y siendo muy joven he pasado por épocas muy difíciles. Con mi chica hemos viajado a muchos sitios. Me ha tocado ir a un sitio a hacer pruebas, que nunca había hecho pruebas en mi vida, nunca. Hemos sufrido mucho, de viaje en viaje. Soy muy joven y estoy mentalizado, enfocado, con ganas de seguir creciendo y de demostrar que puedo seguir siendo el jugador que era de pequeño y puedo seguir haciendo cosas buenas.

P. ¿Dónde fueron esas pruebas?

R. Me tocó ir a Malta. Bruno me comentó “mira, aquí en España está muy difícil ahora contigo, no creen en ti, así que prefiero que salgas fuera”. Y salió un equipo en Malta. Estuve haciendo pruebas un 31 de diciembre, que no estuve con mi familia. Me pasé el 31 llamándoles por móvil, por videollamada y lo pasé un poquito mal porque nunca había pasado el 31 lejos de mi familia. Estuve 3 ó 4 días haciendo pruebas y no le gusté al míster. Me tuve que volver al día siguiente a Madrid y después de eso me fui a Armenia, y ahí estuve unos seis meses, de enero a final de temporada. También subimos a Primera, pero el entrenador fichó a muchos brasileños y me tuve que volver a España.

P. ¿Mantienes la esperanza de jugar en una de las cinco grandes ligas?

R. Si no tuviese esa confianza no estaría yendo allí y allí. En mi cabeza siempre está jugar en las grandes ligas, ojalá que llegue algún día, porque para eso estoy trabajando duro, y no me detendré hasta no verme en el sitio en el que me merezco estar.

P. Llegaste a jugar en la sub17 de España. Coincidiste con Abel Ruiz, Ferran, Guillamón…

R. Con Sergio Gómez, con Víctor Chust que está ahora en el Cádiz… Estuve con ellos, me tocó ir con ellos al pre Europeo. Íbamos a jugar el Mundial en la India, que quedamos segundos. Estaba en el Juvenil A del Atleti y justo me lesiono contra el Valladolid. La experiencia muy bien. En ese tiempo me llamaba la selección de mi país, Guinea Ecuatorial. Yo pensaba que jugar con España te daba más visibilidad. No jugaba mucho, jugaba más Ferrán, porque jugábamos en el mismo puesto. El entrenador era Santi Denia. Muy bien con los compañeros, de hecho nos seguimos siguiendo en Instagram. Estoy feliz de haber… quería ir a más, pero es muy difícil la selección española, mucha gente buena y es complicado. Decidí ir con mi país.

P.¿En qué momento decidiste ir con Guinea?

R. Después de no ir a ese Mundial, que me lesiono contra el Valladolid y ya tenía el visado y todo en el pasaporte para ir. Pasó un año, me volvió a llamar mi selección y decidí ir con mi selección. De hecho nos clasificamos para la Copa África y tampoco pude ir a la Copa África. Jugué toda la clasificación y no sé qué pasó al final, no me llevó el entrenador, pero hicimos un buen campeonato.

P. ¿Vas a continuar en el Ethnikos Achnas?

R. No sabría decirte si sí o si no, pero a mí me gustaría porque la verdad es que con mis compañeros estoy bien, el entrenador me ha dado mucha confianza y a mí me encantaría. Bruno tiene que hablar con ellos, así que estoy esperando lo que me diga. Yo espero que sí porque me ha dado mucha confianza y me quiere mucho.

Feliciano Obiang AVA
Feliciano Obiang AVA
Periodista y Redactor en la Revista Real Equatorial Guinea

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