Más de 800 sacos de cebollas han sido incautados por la Policía de la ciudad de Bata de manos de un ciudadano de origen ghanés de nombre Emmanuel. Se trata de unas cebollas desechadas en el caso Comercial Santy por estar en mal estado y que este ciudadano estaría supuestamente comercializando sin medir el grado de repercusión en la salud de los ciudadanos que podría conllevar su consumo.
Recordar que varios productos de consumo fueron retirados de los almacenes de Comercial Santy en todo el territorio nacional por, al parecer, haber sido manipulados sus fechas de caducidad, un asunto que sigue en los tribunales, pero se había ordenado el cierre provisional de todos los establecimientos de esta empresa que comercializan productos de consumo, además de los que venden fármacos.
Entre los productos desechados se encontrarían los sacos de cebollas que supuestamente comercializaba el ciudadano ghanés y que podría haberlos recogido de uno de los vertederos de esta ciudad de Bata para después venderlos a minoristas a un precio muy barato y éstos los estarían comercializando en los diferentes mercados de la ciudad arriba mencionada. El bajo precio del saco habría acelerado el proceso de venta del producto y por ahora se habría identificado a unas cinco mujeres minoristas que han adquirido estas cebollas
El hecho que ha conducido a la detención de Emmanuel sería una denuncia de un ciudadano que se habría percatado de este hecho. Tras esta denuncia, la Policía comenzó con las investigaciones que han conducido a la detención de Emmanuel.
Emmanuel niega la comercialización de este producto, pero reconoce haberse hecho con los sacos de cebollas desechados para consumo personal. «Fui a buscar las cebollas donde las vertieron para tenerlas en casa y consumirlas poco a poco», decía.
Unas declaraciones que obviamente no convencieron a la Policía. Por lo que el implicado se encuentra en estos momentos en las dependencias policiales esperando a que se le ponga a disposición judicial a la espera de que se determine,-aunque no será fácil-, el número de personas a las qua ha podido llegar esta mercancía, quienes deberían dejar de consumirla.