En la tarde del 27 de junio, el Centro Cultural de España en Malabo se convirtió en testigo de una manifestación teatral a manos del grupo Bia-Bia.
Con la obra «Camino hacia no se sabe», estos artistas no solo volvieron a cautivar al público, sino que también reavivaron un debate necesario sobre los males que aquejan a la sociedad ecuatoguineana.
La obra, que había sido presentada inicialmente en 2017, regresa ahora en un momento crucial. Según los miembros del grupo, el motivo de retomar esta producción radica en su convicción de que el cambio social no es un evento repentino, sino un proceso gradual que requiere de la persistencia y la conciencia colectiva.
«Camino hacia no se sabe» no es solo teatro, es un espejo que refleja las sombras más oscuras y los errores más urgentes de la sociedad contemporánea.
Desde escenas que confrontan la corrupción entre profesores hasta dramatizaciones de la violencia de género y la ignorancia parental hacia la educación, la obra desafía al espectador a reflexionar y actuar.
El nombre «Bia-Bia» (en fang), que significa en español «entre nosotros», encapsula la colaboración de artistas de diversos grupos teatrales nacionales como Bocamandja y Biyeyema. Unidos por el arte y la voluntad de provocar un cambio, estos actores han reafirmado el poder del teatro como agente de conciencia social y transformación.
Durante la presentación de ayer, el público reaccionó con una mezcla de emociones que iban desde la conmoción hasta el reconocimiento. Las actuaciones intensas y la dirección meticulosa dieron vida a un mensaje que trasciende las palabras: que los problemas sociales no pueden ser ignorados ni aplazados.
Con esta obra, Bia-Bia no solo busca entretener, sino también educar y provocar un diálogo crítico. En un mundo donde los desafíos sociales persisten, el teatro emerge como una herramienta poderosa para recordar a la sociedad su responsabilidad compartida en la construcción de un futuro más justo y equitativo.